Por qué sigue siendo Rionegro la cuna de la Libertad
La Ciudad Santiago de Arma de Rionegro, como reza la oficialidad, es por todos conocidos como la cuna de la Libertad, como el lugar donde se gestó la independencia que hoy día gozamos, la tierra propicia para la firma de Constituciones (dos en concreto, la de Antioquia de 1812 y la de toda la nación en 1863), un espacio que respira aires de esperanza, prosperidad. Un apodo muy bien avenido.
Pero no debemos remontarnos a siglos pasados para evocar la grandeza de la capital del Valle de San Nicolás: en este rincón paisa hoy día se respira la misma libertad que la que anhelaba justicia pero sin el ambiente belicista propio de aquellos años revolucionarios.
Hoy día la libertad no se promulga desde la Casa de la Convención, sino desde los pujantes centros de negocios, polígonos industriales, zonas comerciales, mediante el repunte de la venta de lotes en Rionegro, Antioquia, desde toda la actividad en definitiva que convierte a esta ciudad en un paraíso interior donde prosperar en cualquier medio y con cualquier actividad.
Ciudad próspera y puntera
La libertad hoy día es vivir como deseamos y vivir de lo que deseamos. Y por esta razón podemos afirmar que en Rionegro sigue reposando este espíritu libre: acá nos espera un importante tejido industrial del que se benefician empresas como la Nacional de chocolates, Pintuco, Riotex, Mundial de Servicios Logísticos e Imusa entre otras. Sectores tradicionales como la floricultura y avicultura sobrevive con una envidiable salud económica, al igual que el turismo omnipresente en toda la región.
El ejército de José María Córdova ya no batalla sino que vuela a varios rincones del mundo a través del aeropuerto al que le da nombre. Puerta de acceso de oportunidades y de empresas con proyección internacional, Rionegro es prosperidad, y allá donde hay prosperidad, se respira la libertad.
El lugar donde vivir libremente
Pero no sólo en cómo disfrutamos de nuestra ocupación reside la libertad. Ver a cada rincón el verde invadiéndolo todo, escapando del afán de la gran ciudad donde a cinco minutos cascadas y senderos naturales nos esperan.
La impoluta blancura de la Concatedral de San Nicolás el Magno, la plaza de la Libertad, el parque de San Antonio de Pereira, el puente Mejía, la casa de la Maestranza, el Palacio de la Cultura Ricardo Rendón, el Centro Comercial San Nicolás y otros espacios de esparcimiento y cultura completan una oferta por la que nunca sentirnos atrapados en la ciudad.
Por todo lo descrito y por mucho más que te queda por descubrir no cabe duda alguna: Rionegro merece como ninguna su condición de cuna de la Libertad.