Vidas paralelas: Alexander McQueen y su perfume
El suicidio de Alexander McQueen, el niño mimado de la moda inglesa, en febrero de 2010, fue llorado por fans y colegas alrededor del mundo. No era para menos: McQueen había irrumpido en la escena del diseño mundial con una propuesta personal, creativa, única y refinada. Y así también fue su primer perfume, lanzado en el año 2003 y bautizado Kindom.
McQueen había abierto su primera boutique en 1992. A diferencia de otros diseñadores, se tomó su tiempo para dar vida a la primera fragancia de su firma. Y Kindom no decepcionó a sus seguidores: se trata de una fragancia oriental y especiada tan única y desafiante como cada una de las colecciones del diseñador. Sus notas lo dicen todo: las principales son menta, nerolí, naranja, limón y bergamota, un cóctel tan atrevido como sorprendente. Acompañan, y vuelven a sorprender, notas de jazmín, rosa, ruibarbo, jengibre, semillas de apio. Completa el cóctel una base de musgo de roble, ámbar y musk.
Desde su equívoco envase hasta sus sugestivas gráficas, Kindom fue pensado para provocar impacto. Pero los ropajes de marketing no hubiesen servido de nada si la fragancia carecía de ese espíritu audaz y diferente. No fue el caso, y Kindom se convirtió en un selecto éxito entre los amantes del refinamiento y la sensualidad de vanguardia.
Kindom tuvo, luego del éxito inicial, algunas ediciones especiales limitadas durante los años 2004 y 2005, y una versión de verano en 2006.
También en 2005, McQueen lanzó su segunda y última fragancia, bautizada My Queen. En un juego de palabras con su propio apellido, el diseñador jugaba a imaginar a la mujer ideal en una esencia de múltiples facetas. También el frasco, para reforzar esta idea de cambio permanente, había sido facetado para aparecer distinto según el tipo de luz que reflejara. Tras el éxito del elogiado Kindom, My Queen fue recibido con una gran expectativa. Pero no consiguió cosechar los halagos de su predecesor. Según sus detractores, La tensión masculino-femenina magistralmente plasmada en Kindom se vuelca en My Queen demasiado hacia el lado masculino. Tras algún tiempo sobre la piel, afirman, se transforma en una fragancia inocultablemente masculina demasiado picante. Verdad o no (cada nariz es un mundo) lo cierto es que My Queen no consiguió replicar el éxito de Kindom.
Alexander McQueen, de todos modos, decidió discontinuar su obra maestra poco después de su última edición, tal vez en su afán de no apegarse a lo viejo y producir constantemente cosas nuevas. Irónicamente, su aclamado perfume tuvo una vida tan intensa y corta como la suya propia.
Andrea Andorra es asesora de belleza para http://www.perfumesandorra.com/perfumes/mujer/.Perfumes Andorra es la tienda de referencia que te permite una compra online segura.