Se construía un rompehielos
A principios de los años 80 del siglo pasado en los astilleros del Báltico (el Leningrado de entonces) se estaba construyendo el nuevo rompehielos atómico denominado «Rossia».
Debido a que los poderosos rompehielos son capaces de navegar durante largo tiempo sin reabastecerse de combustible, en la Gran Vía Marítima del Norte sobrevinieron numerosos cambios. La temporada, que anteriormente no pasaba de tres meses, en aquel tiempo se prolongaba hasta cuatro ? cinco meses y, en algunos tramos de la ruta, gracias a los rompehielos atómicos, los barcos circulaban todo el año.
La travesía que el rompehielos «Arktika» realizó al Polo Norte en agosto de 1977 jalonó una nueva era en la navegación polar. El citado buque necesitó escasas 72 horas para luego de apartarse de la ruta conocida de la Gran Via Marítima del Norte-, romper los hielos del Artico Central ? llegar a la cima del mundo.
Las dimensiones ? la potencia del «Rossia» habían iguales a las que tiene el “Artika», pero en muchos aspectos será un buque cualitativamente nuevo.
Los diseñadores quisieron hacerlo más confortable para la tripulación, hecho que reviste suma importancia. Recuerdo las palabras expresadas cierta vez por Yuri Kuchíev, capitán del «Artika»: «Una travesia en rompehielos es tedio, frío, sacudidas ? una continua vibración que dura meses».
En vista de esta circunstancia, en el nuevo rompehielos se prevía instalar una piscina, un salón de descanso, una sala de cine, biblioteca, puesto de asistencia médica. Cada tripulante se alojará en su propio camarote. El rompehielos recibía los programas televisados por vía satélite. Cada camarote tuvo su propio televisor. Se proyectó retransmitir los programas de TV desde el rompehielos a los barcos acompañantes.
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