Qué es la otoplastia
La otoplastia es un procedimiento estético gracias al cual se cambian las dimensiones, la extructura o la disposición de las orejas, y se emplea para la rectificación de las famosas “orejas de soplillo” o abultadas, orejas grandes o malformaciones.
El procedimiento es bastante fácil y con un alto índice de éxito. Se realiza empleando anestesia general, especialmente indicada en los menores, y anestesia local, que suele destinarse a los adolescentes y a los adultos. La época indicada para efectuar el procedimiento es la niñez, ya que el cartílago es más flexible y aún no ha acogido una postura estable.
Frecuentemente; en el caso de la cirugía estética de las orejas, es recomendable intervenir las dos orejas para conseguir un resultado más armonioso.
Se suele realizar una hendidura detrás de la oreja, en el sector del pliegue, y en ocasiones es necesario aminorar el grosor o sacar parte del cartílago para lograr el resultado deseado. Luego el cirujano adapta la oreja y la asegura con puntos. A continuación, se le calza al paciente una compresa de ayuda que tiene que conservarse durante el tiempo de mejoría hasta que el especialista nos permita sacarlo, lo cual frecuenta suceder entre las dos y las cuatro semanas posteriores a la cirugía. Si no mantenemos el apósito, nos arriesgamos a que las orejas recuperen su posición anterior. Al ser una cirugía ambulatoria, el paciente es remitido a su domicilio al terminar la operación, habitualmente con algunos remedios prescritos para controlar los dolores y la congestión del área. Después de una semana es posible volver al empleo, pero la realización de entrenamiento físico deberá evitarse hasta los dos meses.
Como ya hemos mostrado, la cirugía estética de las orejas es una operación con muy pocos riesgos asociados, siendo los más comunes la infección de la herida, el sangrado, los problemas derivados de la anestesia y, en ocasiones, que las orejas vuelvan a su forma original, por lo cual tendría que pasar por una segunda intervención.