Perfume de fiesta

La tendencia a incluir notas gourmet en los perfumes ha ido en aumento en las últimas temporadas. Y amenaza con haber llegado para quedarse. El público consumir de perfume parece haber dicho sí a la idea de dejarse envolver por un aroma “comestible”. Las notas de miel, chocolate, caramelo y hasta brownie se multiplican en los nuevos lanzamientos, rivalizando con los más tradicionales acordes de especias, flores y frutas. Y las bebidas, por supuesto, no podían quedar al margen de esta tendencia. Las alcohólicas resultan las candidatas naturales a ser incluidas en la composición de las fragancias, pero la audacia de los perfumistas amplía permanentemente el espectro de lo permitido, y hoy por hoy es posible encontrar perfumes con notas de cappuccino, granadina y hasta Coca Cola.

La inclusión de acentos de bebidas alcohólicas, por su parte, tampoco se limita a las bebidas puras, como whisky, tequila o vodka, sino que se extienden también a los tragos elaborados. Un ejemplo perfecto de esto es el ya clásico Guerlain Homme, una fragancia tan intensa y personal que ni nombre necesita, con su dominante y sensual nota de mojito.

Pero si pensamos en bebidas alcohólicas sofisticadas y elegantes, difícilmente encontraremos una que pueda rivalizar con el champagne. Sinónimo de refinamiento y aristocracia, su burbujeante sabor evoca celebraciones llenas de una delicada distinción.

Curiosamente, sin embargo, las fragancias que incluyen esta nota suelen poner el acento en el aspecto burbujeante, festivo y divertido de esta bebida. ¿Un ejemplo? Tras el lanzamiento de su fragancia Nancy, en 2008, Jessica Simpson sólo esperó 1 año para presentar su versión Fancy Love. Según la cantante, esta última fragancia captura la burbujeante sensación de sentirse enamorada. Qué mejor entonces que condimentar las delicadas notas floral-orientales de su composición con un toque de champagne.  La salida de hojas de goji, capullo de durazno y bergamota se refuerza, entonces, con el toque festivo y efervescente que aporta el champagne rosé, para redondear una fragancia delicada, dulce y muy femenina.

Otra estrella, Kylie Minogue, presentó en junio de 2010 una fragancia cuyo nombre lo dice todo: Pink Sparkle. Un perfume floral frutal cuya nota de champagne habita, como podía esperarse, directamente en su corazón, entre gardenias y jazmines, acunada por notas de salida de pomelo, lirios del valle y durazno. Una base típicamente oriental de musk, vetiver y vainilla equilibra la dulzura y pone en relieve la festiva alegría de las burbujas de champagne. Fragancias para brindar.

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