Opciones para evitar que los ataques de pánico sean abrumadores
Los ataques de pánico genuinos se pueden describir literalmente como vivir en una pesadilla para aquellos que padecen esta afección. Cuanto sientes pánico, sientes un temor repentino y este temor domina o sustituye el pensamiento racional. Cuando tienes un ataque de pánico, el temor repentino está acompañado de intensa ansiedad, que llega a la excitación fisiológica y miedo y a malestares y problemas estomacales. Un ataque de pánico se relaciona con varios síntomas cognitivos y somáticos.
Los episodios de ataques de pánico comúnmente ocurren en forma repentina; no existen disparadores obvios. Los ataques de pánico son considerados como subtema de lo que se denomina la respuesta de «defenderse o huir». En términos específicos, cuando comienza el pánico, el cuerpo empieza a producir adrenalina, haciendo que el corazón comience a bombear más cantidad de sangre a los músculos principales. Cuando esto ocurre, se dice que podemos correr rápido y que nuestros brazos se tornan más fuertes. La sangre extra que fluye al cerebro nos brinda más capacidad para reaccionar ante emergencias. Desde el momento en que el cerebro emite la señal de emergencia para que las glándulas suprarrenales comiencen a producir adrenalina pasan solamente tres minutos. La producción de adrenalina se detiene sólo cuando el cerebro envía otra señal informando que ya no existe ninguna emergencia.
Detener un ataque de pánico
Detener un ataque de pánico en forma exitosa se basa en esos 3 minutos que le lleva al cuerpo llenarse de adrenalina. La forma de detener un ataque de pánico es evitar que el mensaje de emergencia enviado por el cerebro llegue a las glándulas suprarrenales. ¿Cómo se hace? Son cuatro pasos: relajarse, no pensar negativamente, usar mecanismos de defensa y aceptar los sentimientos.
Resulta útil escribir estos cuatro pasos en una tarjeta y llevarla en tu cartera. Escribe varios mecanismos de defensa al dorso de la tarjeta. Si sientes que estás por sufrir un ataque de pánico, toma la tarjeta y sigue los 4 pasos. Con el tiempo, podrás observar que cada vez necesitas menos tu tarjeta.
También puedes distraerte tan pronto como sienta los síntomas de un ataque de pánico. Algunas distracciones que puedes realizar incluyen:
• cortar el césped
• desmalezar el jardín
• pintar, dibujar o esculpir
• amasar u hornear pan
• fregar el piso
• llamar y hablar con un amigo
• bañar a tu perro
• realizar actividad física
Si experimentas ataques de pánico con frecuencia, es esencial que consultes a un profesional que puede ayudarte a resolver tus problemas de ansiedad, ya que estos problemas son los que causan tus ataques de pánico. Un médico o un terapeuta también pueden prescribir los medicamentos adecuados que pueden disminuir tus ataques de pánico, como así también puede ayudarte a encontrar la causa de los ataques.