Mendoza, una ciudad con historia y con futuro
La ciudad de Mendoza tiene una historia plagada de grandes eventos, a pesar de tener una vida más breve que las de otras ciudades, como las grandes capitales europeas. Cuando se toma la decisión de hacer turismo en Mendoza, los visitantes encontrarán a cada paso rastros de la historia, tanto de la época colonial, como de la historia precolombina. Como todas las ciudades del Nuevo Mundo, su historia se desarrolla a partir del siglo XVI, más precisamente a partir del año 1561, cuando fue fundada por primera vez por Pedro del Castillo. El sitio original de fundación se sitúa en lo que hoy es el distrito de Guaymallén. La nueva ciudad era parte de la Capitanía de Chile, a cargo del Virreinato del Perú.
En 1562 fue cambiada a su locación actual y refundada, en esta ocasión por Juan Jufré. En el comienzo de su vida institucional, Mendoza estuvo más relacionada con Chile y el Virreinato del Perú, pero a medida que pasaban los años, se intensificaron las relaciones con Buenos Aires, y el Virreinato del Río de la Plata. Los lugareños siempre tuvieron una buena relación con los indios Huarpes, la tribu de aborígenes locales. Sin dudas, este detalle contribuyó a que se lograra un desarrollo en paz y un crecimiento sostenido, a diferencia de otras ciudades que sufrían constantes enfrentamientos con los aborígenes, obligando a una lucha permanente, con la consecuente sangría de recursos y hombres.
El verdadero motivo para este nuevo vínculo con el Río de la Plata era la importancia que esta gobernación le daba a los muchos pasos a través de los Andes que la provincia tiene. La caída del virrey Cisneros, y el comienzo de la justa independentista argentina marcó la unión definitiva de Mendoza al nuevo país naciente. A partir de este momento, Mendoza pasó a tener un papel relevante en la historia del país.
Poco a poco, Mendoza fue forjándose un presente como destino turístico de excelencia. Las características únicas de la topografía de la provincia han creado espectaculares escenarios naturales, que han sabido ser explotados para la recepción de miles de turistas que año tras año se vuelcan masivamente a alguna de las muchas locaciones naturales de que Mendoza dispone. Además, las ciudades mendocinas tienen un aspecto único, que le otorga la particular manera en que se ha tratado de luchar contra la sequía del clima semi-árido de la región: la construcción de cientos de kilómetros de acequias cuya misión es llevar el vital elemento donde el riego sea necesitado. Los hoteles en Mendoza cubren una amplia gama de posibilidades, ofreciendo un presupuesto para cada necesidad, para que nadie se quede sin visitar un lugar con tantos atractivos naturales e históricos.
Javier Kravalosky
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