A las 12 semanas empiezan a diferenciarse los órganos sexuales. El cráneo se forma cuando los huesos protectores cubren su pequeño cerebro. La piel del feto es muy rojiza, debido a que al ser muy fina deja transparentar los vasos sanguíneos.
Un vello que recibe el nombre de “lanugo” empieza a extenderse por todo el cuerpo, cubriéndolo casi por entero en el curso del quinto mes. Durante el cuarto mes de embarazo, el feto adquiere unas dimensiones más proporcionadas. Tanto el aparato digestivo, como el urinario ya empiezan a realizar sus funciones. En el intestino se acumula una sustancia verde el “meconio”, formado principalmente por bilis. Los productos de deshecho que genera el feto se vierten en el líquido amniótico.
Los brazos y las piernas adoptan su posición definitiva.
Puesto que su musculatura se desarrolla rápidamente, a partir de los 4 meses es perfectamente posible que la madre perciba pequeños movimientos fetales. A los 4-5 meses ya es posible identificar las huellas digitales del niño.
Su sistema circulatorio es cada vez más perfecto, dado que las cavidades del corazón están perfectamente delimitadas y éste late con fuerza. Alrededor de la decimocuarta semana ya es posible detectarlo mediante un aparato basado en el efecto Doppler de los ultrasonidos: se comprueba entonces que la frecuencia de latidos es superior a la de los adultos: 120-160 latidos por minuto.
El sistema nervioso aún no es muy perfecto, pero a medida que pasa el tiempo aumenta la coordinación de los movimientos, inicio de una progresiva maduración nerviosa.
En cuatro semanas el desarrollo del feto aumenta tanto en la talla (pasa de 10 a 18 cms), como en el peso: de 45 a 225 grs.