La casa Rochas, es una mítica y legendaria casa de modas parisina, que fue creada con pasión y hoy ya está fijada de forma indeleble en la memoria colectiva de francés y amantes del bomivant. Rochas se ha convertido a lo largo de su trayectoria en una de las marcas de perfumes más prestigiosas y reconocidas del mundo. Después de décadas de éxitos, ahora inicia una etapa de cambios.
Los más significativos, son dos y vienen de la mano; la incorporación de Jean -Michel Duriez prestigioso perfumista, ex nariz de Patou, que desde su llegada a la casa Rochas se ha dedicado a reinventar la mítica fragancia de la casa Eau de Rochas re lanzándola con el nombre de Eau Sensuelle Rochas, allí seguramente colocará su impronta: que una mujer se identifique por su perfume.
Eau Sensuelle de Rochas, es la nueva creación de la casa Parisina, fresco y floral, inspirado en el olor que inunda el ambiente de Paris luego de una tormenta vespertina de verano, dónde también están presentes las notas cítricas, pero esta vez ocupan un segundo plano. Su espíritu es transmitir lo más sensual de cada mujer, sacando a la luz lo más jovial, fresco y renovado de cada una.
Ya la campaña publicitaria, adelanta algo de lo que nos encontraremos al abrir un frasco del maravilloso Eau Sensuelle de Rochas. Un paisaje parisino con la torre Eiffel de fondo, se puede ver a una mujer preparase para una velada, y repentinamente comienza una tormenta cuyas gotas acarician las flores de la terraza a la que se asoma la bella mujer. Como si se tratara de una instantánea olfativa que Jean -Michel Duriez capturó para revivirla por todas las mujeres amantes de la elegancia y al femineidad.
Como nariz, Duriez aprendió el valor que pueden tener los aromas a la hora de revivir recuerdos, y por eso decidió para la reelaboración de este perfume hacer un recorrido olfativo por su propia memoria, y así capturó la exquisita pastelería francesa que lo deleitaban de niño, y el agua de Azahar, aroma que lo envolvía cuando de niño su madre le lavaba cara y manos con un paño con ese aroma, al llegar al sur Parisino. Ese olor vive aún hoy en su memoria como un recuerdo mágico, el mismo que vuelve una y otra vez al abrir un frasco de Eau Sensuelle Rochas.