La relación entre la disfunción eréctil y la obesidad
La obesidad no es sólo un inconveniente que las personas enfrentan en sus vidas. La obesidad está fuertemente ligada a varias enfermedades mortales que se cobran millones de vidas año tras año. La apnea obstructiva del sueño, los distintos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes mellitus y osteoartritis son enfermedades comunes entre las personas obesas. Para los hombres, la disfunción eréctil (DE) es un efecto secundario muy vergonzoso y común de la obesidad. De hecho cerca del 80% de aquellos que padecen disfunción eréctil tienen sobrepeso.
La relación entre la impotencia y la obesidad
La impotencia y la obesidad van de la mano. Básicamente si sufres un tipo de enfermedad asociada a la obesidad, es posible que sufras alguna otra enfermedad relacionada con la obesidad. Por ejemplo, el 80% de aquellos con DE también tienen diabetes. La enfermedad cardiovascular y la aterosclerosis están aun más relacionadas con la DE. En efecto, estas enfermedades que comúnmente ocurren en personas obesas pueden por sí mismas causar DE al disminuir la circulación sanguínea. Además, los niveles altos de insulina pueden dañar el óxido nítrico requerido para funcionar durante un largo período. Luego, la capa epitelial donde normalmente se libera el óxido nítrico, ya no puede liberarlo.
La obesidad está acompañada por una gran variedad de enfermedades y todas se agravan entre sí. Un efecto secundario de la obesidad es una disminución en la testosterona y esto podría causar DE. Existe una gran cantidad de otros problemas como éste.
Cómo combatir la obesidad
Básicamente, con todas las complicaciones fuertemente relacionadas con la obesidad, incluso la DE, la forma de comenzar a cambiar un poco la situación es perder grasa corporal. La obesidad es básicamente una forma de acelerar el envejecimiento y los procesos de las enfermedades. Por lo tanto, naturalmente la pérdida de peso es una forma de detener el envejecimiento y los procesos de las enfermedades. La obesidad puede ser la causa principal de las muertes prematuras. La DE no debería considerarse simplemente como una disfunción, sino como una advertencia de que estás en grave peligro.
La pérdida de peso no es un gran misterio, aunque podrías pensarlo si miras mucha televisión. Básicamente, necesitas quemar más calorías de las que ingieres. Por lo tanto, realiza más actividad física e ingiere menos calorías. La mayoría de los médicos recomiendan realizar actividad física seis días por semana, treinta minutos por día. Consulta a tu médico sobre la cantidad de ejercicio adecuada para ti. Asegúrate de que los alimentos que ingieres son nutritivos. Comer alimentos saludables y realizar actividad física en forma regular puede comenzar a aliviar tu DE, aun antes de que comience la pérdida de peso. Observarás que tus niveles de colesterol, tu presión arterial y los triglicéridos mejoran bastante rápido cuando cambies tu estilo de vida. Todos estos factores pueden ayudar a aliviar la DE.