Golpeadores de Mujeres
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con base en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2006) que informa sobre la violencia contra la mujer en diversos ámbitos, 82.8 por ciento de mujeres casadas ha sufrido violencia emocional, 59.7 por ciento ha padecido violencia por cuestiones económicas, el 48.3 violencia física y 18.9 por ciento violencia sexual. Las agresiones más frecuentes que han padecido las mujeres solteras son emocionales en un 52.9 por ciento, mientras que el 48.4 han sido amenazadas y persecuciones
Dentro de este contexto podemos describir que la violencia familiar causa daño emocional destruyendo la autoestima de la víctima, en este caso la mujer. Se manifiestan a través de insultos, gritos, amenazas, burlas, celos excesivos, desconfianza, gestos de desprecio, silencio, indiferencia, etc.
La violencia psicológica o emocional, en el tema de violencia domestica, es el conjunto de comportamientos que produce daño o trastorno psicológico o emocional a un miembro de la familia. La violencia psicológica no produce un traumatismo de manera inmediata sino que es un daño que se va acentuando, creciendo y consolidando en el tiempo. Tienen por objeto intimidar y/o controlar a la víctima la que, sometida a este clima emocional, sufre una progresiva debilitación psicológica y presenta cuadros depresivos que en su grado máximo pueden desembocar en el suicidio. Este tipo de violencia se manifiesta por medio de devaluación (no sirves para nada, eres fea), insultos, privación de afecto, abandono, críticas, ofensas, descalificaciones, humillaciones, amenazas, prohibiciones e intimidaciones, ridiculizar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, asustar con miradas, gestos o gritos, arrojar objetos o destrozar la propiedad, herir, matar, suicidarse, llevarse a los menores, así como minimizar las labores dentro o fuera del hogar. Este tipo de violencia es la que deja más secuelas o heridas en el alma de por vida que la primera porque las palabras duelen más que un golpe.
Uno de los principales problemas de la violencia domestica, son las casi nulas medidas que las parejas toman para controlar la situación. Una esposa maltratada se apoya en el amor que siente por su esposo y en las promesas que este puede llegar a darle, para continuar con su relación. Un esposo agresivo la mayoría de las veces no reconoce su problema y aun y cuando pueda tratar de controlar su ira en contra de su mujer, por lo regular vuelve a recaer. Es un círculo vicioso que es difícil de romper. Por eso es importante tomar acciones de acuerdo a la problemática acusada, por ejemplo:
1) Reconocer como esposos que existe un problema latente.
2) Buscar ayuda profesional. Existen diversos centros públicos (DIF) y privados que por medio de una terapia pueden mitigar y solucionar los problemas de violencia familiar.
3) Aplicar los conocimientos aprendidos en una terapia para toda la vida. Porque una recaída siempre es latente.
La vida en el matrimonio es piedra angular de nuestra sociedad, la comunicación y el respeto siempre serán las mejores soluciones a los problemas maritales, siendo la violencia física y psicológica una puerta o salida falsa. Buscar ayuda es dificil, pero encontrarla es facil. En www.diariodeungolpeadordemujeres.blogspot.com se puede comenzar.