Fundamentos de la alimentación ecológica
Los alimentos ecológicos son aquellos que se elaboran sin el agregado de sustancias químicas como sabores artificiales o conservantes. La calidad fina de los productos ecológicos es muy superior a la de los productos industriales, tanto en color y sabor, como en concentración de nutrientes. La alimentación ecológica conlleva una serie de importantes beneficios para la salud humana, que compensa el precio a veces un poco más elevado de este tipo de alimentos.
La alimentación ecológica comprende los tradicionales productos verdes y de granja, como los vegetales y los cultivos en general, la carne de animales criados y engordados sin hormonas, o los subproductos como los huevos de granja. La diferencia es notoria. La carne de los pollos criados en base a alimentos naturales sabe muchísimo mejor que la de aquellos animales que han sido alimentados toda su vida con alimentos balanceados y suplementos para el crecimiento. Los huevos son más grandes, y la yema, que concentra todas las proteínas y nutrientes, es mucho más intensa en su color, casi de una tonalidad naranja, frente al amarillo pálido que los huevos de criadero suelen tener.
Los beneficios para la salud van más allá de una nutrición mejorada. Se calcula que este tipo de alimentos tienen entre un 40 y 60 por ciento más de concentración de vitaminas que los productos industriales. Los alimentos ecológicos suelen suscitar menor cantidad de reacciones alérgicas, salpullidos o intolerancia. Esto es un hecho, debido a que la no existencia de sustancias químicas artificiales asegura la máxima tolerancia.
Otro aspecto a menudo poco considerado de los productos ecológicos es el packaging. Frecuentemente, se colocan en el mercado productos verdaderamente ecológicos, pero cuyo envase dista mucho de ser “eco-friendly”. Nuevas y mejores tecnologías se están desarrollando cada día para reemplazar este tipo de embalaje por otros envases con menor impacto sobre el medio ambiente. Un ejemplo son los envases producidos con celulosa derivada de la caña de azúcar, antes que del petróleo, producto no renovable por definición. Actualmente se estudia en varias universidades de Europa la producción de bandejas en base a las plumas de las aves de corral, para reemplazar las tradicionales, pero dañinas para el medio ambiente, bandejas de PET (poliestireno expandido). La alimentación ecológica se está imponiendo cada vez más, no solo en los mercados, donde los consumidores responsables tienden a prevalecer, sino como política de estado, con la finalidad simple de dejar el planeta tal cual lo encontramos.