¿Estás dando DEMASIADO?
Gina es una gran coach. Es inteligente, hermosa
y exitosa. Ha viajado mucho y es muy respetada. Tiene grandes
amigos. La vida de Gina es completa.
A Gina le encanta que la gente se sienta
especial. Le encanta compartir ideas y dar consejos.
Cuando Gina conoce a un hombre que le gusta, lo
llama por teléfono, le hace pequeños regalos y muchas veces entrega
su cuerpo sin pedir nada a cambio.
Gina es una mujer generosa.
Gina piensa que dando más, será más apreciada y
querida (sus amigos la adoran).
Pero… ¿adivinen qué?
Lo que Gina da le impide conseguir lo que más
desea… una relación de pareja satisfactoria, íntima y romántica.
Gina piensa que cuanto más le da a un hombre,
más él la apreciará y deseará. Tristemente Gina está equivocada.
Los niños pequeños pueden apreciar lo que Gina
ofrece, pero un hombre de verdad no quiere una mujer generosa … no
importa lo mucho que él diga que sí.
Oh, él va a disfrutarlo por un rato (¿hay algún
hombre entre nosotros que no disfrute los "caramelos" g*rat*is?)
Pero él no va a enamorarse.
Así que cuando Gina da más haciendo cosas por
él, actuando por él, dándole ideas y consejos, a él no le gusta. Se
resiente. Lo considera una falta de respeto.
Y en última instancia, se va.
La mayoría de los hombres no se despiertan por
la mañana y le agradecen a Dios por enviar a una mujer que les dice
qué hacer.
Los hombres no pueden enamorarse de mujeres que
dan demasiado.
Los hombres se enamoran de las mujeres que
primero se aman a sí mismas y saben cómo retribuir con aprecio.
Los hombres deben "hacer bien" para "sentirse
bien".
Las mujeres deben "sentirse bien" para "hacer
bien".
(Piensa en esto por un momento)
Si estás "haciendo bien" por una persona sin
"sentirte bien" sobre eso, le estás dando demasiado (a menos, por
supuesto, que seas hombre). (Hay muchos "hombres" en cuerpos de
mujeres)
Cuando damos por igual a un hombre,
neutralizamos la química.
Cuando damos más, bloqueamos la intimidad.
Cuando damos menos y apreciamos lo que él nos
ofrece, nos enamoramos.
Así que la próxima vez que quieras dar a un
hombre que te gusta … tu cita, tu esposo, tu hijo adolescente…
Pregúntate, "¿Estoy dando demasiado?"
Si la respuesta es "sí", entonces deja lo que
estás haciendo (o diciendo) y espera a que él te dé algo. Podría ser
un cumplido, una invitación a cenar o un consejo, lo que sea…
Entonces di, "gracias".
Puede ser incómodo recibir lo que un hombre
tiene para ofrecerte (sobre todo porque nunca será cómo o lo que tu
le darías, nunca).
Pero es importante reconocerlo y decirle
"gracias" (como mínimo te está dando información sobre quién es él).
Cuando dejas de dar mucho y aprendes a apreciar
y respetar lo que un hombre puede darte … ¡serás recompensada! (¡A
lo grande!)
Cherry Norris