El proceso de la elaboración de perfumes

A pesar de que pueda parecer un proceso complicado, la elaboración de perfumes es en el fondo algo sumamente sencillo. Para comprenderlo es necesario entender qué es, desde un punto de vista químico, un perfume. Se trata ni más ni menos que de una solución, es decir un conjunto de sustancias donde una es el solvente (un líquido) en la cual se disuelven otros líquidos o sólidos (conocidos como solutos). De la misma forma que la elaboración del vino se ha mantenido prácticamente inalterada en sus concepciones básicas desde hace cientos de siglos, la elaboración de los perfumes también se realiza en forma más o menos similar a como los egipcios elaboraban esas sustancias para sus afeites personales y el proceso de momificación.

En consecuencia, conociendo las fórmulas y las proporciones exactas, y siguiendo un riguroso proceso de calidad, es posible dedicarse a la elaboración de perfumes y colonias. Pero, una vez que se logre el producto, el verdadero desafío radica en la logística de la distribución y el marketing del mismo. Por este motivo, casi tan importante como lograr un perfume o una colonia agradables, lo es desarrollar un packaging, es decir un envoltorio que comunique de forma eficiente la calidad de nuestro producto.

El solvente que se emplea en la elaboración de perfumes y colonias es el etanol o alcohol etílico, en una combinación con agua destilada. El otro elemento indispensable que se requiere son los aceites esenciales o esencias que pueden conseguirse en cualquier local especializado del rubro. Además, algunos perfumes y colonias llevan algún tipo de colorante que contribuye a la presentación más profesional del producto final.

El procedimiento es muy sencillo. En un primer momento se mezclan la esencia con el etanol en pequeñas cantidades hasta lograr una disolución total. Esta etapa es clave, pues es necesario alcanzar una completa disolución para que no queden restos sólidos presentes en la perfume. Una vez que logramos esto, procedemos al agregado de agua destilada. Esta mezcla debe ser macerada, es decir que debe reposar hasta que se logre la completa expresión de las fragancias empleadas. Para obtener el máximo efecto se puede dejar reposar en un ambiente frío, como un pequeño refrigerador destinado este fin. Por lo general, y dependiendo de las esencias empleadas, esta maceración tomará entre uno y tres meses

Luego se procede al filtrado para eliminar cualquier pequeña partícula que pueda haber quedado en la suspensión. Y con esto básicamente tenemos nuestro perfume elaborado. Puede ser una excelente idea para regalar a nuestros amigos y familiares, o si nos animamos a dar un paso más allá, convertirnos en verdaderos perfumistas, y hacer de la elaboración artesanal de perfumes nuestro medio de vida.

Andrea Andorra es asesora de belleza para http://www.perfumesandorra.com/perfumes/mujer/.

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