¡Duerme bien, manténte saludable!
Mucha gente tiene dificultad para dormir bien a la noche. Se apaga la luz y se enciende su mente, con pensamientos que dan vueltas sobre factores estresantes de la vida, como la familia, el trabajo y la economía. Podemos ver cuán común es este problema gracias a los comerciales de televisión sobre medicamentos que ayudan a dormir y lograr el descanso necesario para un funcionamiento normal y saludable. Entonces, ¿cómo puedes lograr dormir lo suficiente para tener buena salud?
Las rutinas a la hora de acostarte
No tienes que recurrir a medicamentos para restablecer tus patrones de sueño. Piensa en cuando no tenías problemas para dormir ni sufrías de insomnio y calcula cuánto tiempo de sueño necesitas para sentirte bien. Ocho a diez horas es la cantidad de sueño estándar recomendada, pero no todos necesitamos dormir esa cantidad cada noche. Calcula cuánto tiempo es mejor para ti y a qué hora tienes que acostarte para lograrlo. Luego, fija tu hora de irte a dormir media hora más cerca del tiempo de sueño deseado cada noche. Así, con el tiempo llegarás a la hora ideal para irte a dormir y, una vez que lo logres, deberías respetarla todas las noches, o al menos tanto como puedas. También deberías levantarte por la mañana a la misma hora todos los días, incluyendo fines de semana. Con el tiempo, descubrirás que puedes conciliar el sueño con mayor rapidez y que, cuando despiertas, te sientes más descansado y, por ende, puedes salir de la cama con más facilidad.
Tu cama debería ser cómoda
Cuando te vas a dormir después de un día largo y arduo, necesitas una cama cómoda que actúe como una buena base. Si tu cama es incómoda y te causa dolor, no te hará bien y seguramente tendrás problemas para dormir. Por eso, de ser posible, reemplaza esa cama vieja e incómoda por una nueva que sea cómoda y notarás la gran diferencia en lo bien que puedes dormir y en cómo te sentirás por la mañana.
Un cuarto en paz
Los cuartos son para dormir. Sin embargo, mucha gente los convierte en una sala de entretenimiento al tener allí una computadora, un televisor u otras cosas que evitan que uno concilie el sueño. Tienes que retirar del cuarto esos elementos de distracción y, así, no estarás tentado a conectarte a Internet o ver televisión cuando en realidad deberías estar durmiendo.
Evita el chocolate o la cafeína de noche
La cafeína y los azúcares son químicos que tienen el efecto de mantenernos despiertos. Eso significa que no deberías tomar bebidas que contengan cafeína o comer caramelos o chocolate cuando se acerca la hora de irte a dormir. Si consumes menos cantidad de esas cosas, especialmente por la noche, notarás una diferencia en lo bien que puedes dormirte y en cómo te sientes.
Cuando estás dormido, tu cuerpo puede curarse y renovarse. Si no duermes lo suficiente, tu cuerpo se debilita y comienza a funcionar mal. En consecuencia, necesitas diseñar un plan que te ayude a tener un buen descanso apacible durante toda la noche, cada noche.