Disfrutemos del placer de abrazar los Andes (I)

Una de las más hermosas excursiones para realizar durante las vacaciones en Mendoza es, sin dudas, el ascenso al mirador del Aconcagua. Un paseo que se disfruta segundo a segundo, y donde el destino parece apenas una excusa para deslumbrarse con las maravillas del trayecto. Hasta que se llega, claro, y los viajeros se encuentran cara a cara con la indescriptible majestuosidad del Aconcagua, desafío de valientes.

Quien viaja a Mendoza suele experimentar, con el correr de los días, la creencia de que ya ningún paisaje podrá sorprenderlo. Tal es la belleza de los escenarios cuyanos. Por esto, resulta una buena idea reservar alguno de los últimos días de estadía en la provincia para hacer la excursión al mirador del Aconcagua. Y sorprenderse otra vez, y para siempre.

La primera parada en el camino deja gozar de las hermosas vistas del dique de Potrerillos, un escenario que conmina tanto al relax como a la práctica de deportes extremos. Es por ello que en la zona se concentre una oferta hotelera sumamente variada, entre confortables hoteles, campings y hasta spas de montaña.

La ruta que lleva al mirador tiene el sabor de la epopeya sanmartiniana. Entre formaciones rocosas cuyos nombres los viajeros jugarán a adivinar, como “la tortuga”, “la leona” o “el monje”, se atraviesa la pequeña y pintoresca localidad de Uspallata y se deja atrás el Fortín Picheuta, donde un ala del Ejército de los Andes, al mando del General Las Heras, libró su primer combate contra el ejército realista.

El caudaloso río Mendoza, con sus cristalinas aguas hijas del deshielo de cientos de montañas, acompaña el recorrido. En Las Heras, en un fresco marco de alamedas y arroyuelos de montaña, se impone la visita a Las Bóvedas, especial construcciones con techo en forma de cúpula que datan nada menos que del siglo XVIII.

La parada siguiente será en el centro de Esquí Los Penitentes, un momento ideal para disfrutar a pleno de la nieve mendocina. Armar muñecos de nieve o deslizarse pendiente abajo con la técnica que el ingenio popular a bautizado culipatín son dos de las actividades preferidas durante este alto en el camino. Pero Los Penitentes ofrece muchas más opciones de entretenimiento y diversión. Allí funciona un importante centro comercial, y cada día abren sus puertas numerosos restaurantes, bares y discotecas. 27 pistas de esquí y algunos de los más confortables alojamientos en Mendoza completan la tentadora oferta. Y la excursión no hace más que comenzar…

Jorge Alberto Guiñazu