Descubriendo nuestro grande poder
A lo largo de la historia de la humanidad siempre hemos observado el dominio del hombre sobre el hombre manifestado de diversas formas, por ejemplo vemos como se ejerce el poder a través del uso de la fuerza y muchos creen en el poder de la dominación a través de las armas, la manipulación o el miedo para lograr determinados propósitos, el uso de este tipo de poder no es eficiente porque genera caos y resentimiento, existe un poder mucho mayor que el que podamos ver detrás de las armas y es el poder al interior del hombre, somos seres espirituales magníficos capaces de transformar todo nuestro propio universo, pero para lograr que ese poder se manifieste todo nuestro ser debe estar en completa armonía con las fuerzas creadoras del universo, debemos sentir paz, amor, alegría y armonía en todo momento, es necesario dejar a un lado el egoísmo y entrar en una nueva era sin límites, quizás veamos muchos problemas en el plano material pero eso ocurre porque nos dejamos guiar por la ilusión terrenal, se nos han implantado ideas equivocadas acerca de nuestra propia libertad y poder.
ANDREW CORENTT en su libro YO SOY FELIZ, YO SOY RICO nos dice que durante años hemos observado tantos milagros y proezas de muchos hombres y mujeres que lograron cambiar el mundo a través del amor, de una idea que ayudó a tener un mundo mejor, leemos la historia de los santos y creemos que muchas de las cosas que ellos realizaron son meras casualidades o que solo esas personas pudieron realizar ciertos milagros.
La verdad es que nuestro poder es ilimitado, estamos hechos a imagen y semejanza de Dios universal, solo que hemos venido a realizar un viaje terrenal con ciertas características y emociones que perciben nuestros sentidos y muchas veces nos olvidamos de nuestra verdadera esencia, a través de la práctica del silencio, la meditación, la oración y la contemplación podemos recordar nuestra esencia espiritual, es necesario olvidarse por algunos momentos del día de nuestra parte carnal y entrar en la sintonía de la energía infinita de Dios, ahí está nuestro poder, en la medida en que concentremos esfuerzos a nuestro propio ser espiritual podremos realizar grandes obras terrenales, pero debemos olvidarnos de nuestro ego, o sea de la aprobación de los demás, del temor, del pensar continuamente en la forma de dominar a los demás o en los pensamientos de escasez.
Finalmente todo es un sistema de creencias subconscientes, las personas que creen en la violencia la mirarán, los que creen en el amor y en la abundancia también será su experiencia de vida; por eso vemos vidas tan diversas pero todos tenemos la oportunidad de cambiar, llegó la hora de abrir nuestro corazón y nuestro pensamiento a la verdadera libertad, al amor, la esperanza, la vida en abundancia, el perdón, la paz, la salud y la felicidad y todo deseo que cada persona tiene, la vida es un viaje maravilloso, haga que cada minuto valga la pena…..