De vaciones por Gran Canaria
Gran Canaria es un pequeño continente en miniatura.
Gran Canaria oferce al visitante casi 60 kilómetros de playas en 236 kilómetros de costa, bajo un sol suave durante la mayor parte del año.
En Gran Canaria hay playas para todos los gustos, según el visitante. Es uno de sus reclamos turísticos para los miles de visitantes anuales venidos desde todas las partes del mundo.
Las Playas más conocidas de Gran Canaria son las Playas de Maspalomas, El Inglés (con el fotografiado desierto de dunas que rodea a estas dos).
También en el sur encontrará otra larga serie de playas. Las hay familiares y tranquilas, como San Agustín, la Playa de Amadores o la pequeña Playa del Puerto de Mogán.
O quizás prefiera la animación del tradicional enclave turístico de Puerto Rico, uno de los lugares con mejor clima de toda la Isla.
El Sur de Gran Canaria cuenta con multitud de pequeñas playas. Todas pueden presumir de buen tiempo prácticamente todo el año.
Unas son turísticas, con multitud de servicios al visitante. Otras son calas que permiten disfrutas de a los visitantes de lugares apartados.
Las Palmas de Gran Canaria (en el norte de la isla) tiene por orgullo presentar al visitante la Playa de Las Canteras que hace las delicias de los bañistas y surferos.
Gran Canaria ofrece al visitante todos los servicios de un destino de garantías, con amplia tradición, un destino al que retornan cada año miles de europeos.
Gran Canaria dispone de diversos Centros de Spa y Talasoterapia para relajarte y mimarte, una Isla saludable.
El turismo de salud es de los más antiguos que se conocen a nivel mundial. En Gran Canaria, los primeros turistas que acudían a la Isla de una forma más o menos organizada – en torno a la segunda mitad del siglo XIX-
pertenecían al llamado turismo de salud. Eran personas enfermas del pulmón, estómago y nervios que viajaban a la Isla atraídas por la propaganda esparcida por Europa,
que hablaba de curaciones milagrosas, y hasta por el propio consejo de médicos que recomendaban el clima y las aguas minerales de Gran Canaria.
Hoy, un siglo y varias décadas más tarde, Gran Canaria mantiene su prestigio en materia de salud y descanso, para lo que ha desarrollado, como una alternativa más al turismo convencional,
una amplia oferta e infraestructuras para el tratamiento y consulta para distintas afecciones o simplemente para mimar el cuerpo y relajarse.
En la Isla se encuentran centros de salud y belleza cuyas aguas, ricas en minerales y mezcladas con el agua del mar,
son muy adecuadas para tratamientos de rehabilitación, reumatismos crónicos, lesiones ulcerosas, afecciones cutáneas y del sistema óseo, así como el cansancio y el estrés.
En los centros de Gran Canaria se desarrollan todo tipo de técnicas y servicios, que van desde las algas, lodos marinos, hidroterapia, baños con sales,
vendas con aromaterapia y parafangos hasta la talasoterapia, termoterapia, presoterapia o drenaje linfático, reflexoterapia, quiromasajes, masajes específicos,
ducha vichy, baño turco, jacuzzi, sauna, jets en piscina y un largo etcétera.
Pero no sólo sus centros especializados confieren a Gran Canaria la condición de ser un destino de turismo de salud, sino que la Isla entera es un paraíso para olvidarse del estrés,
del cansancio, de las ganas de desconectar y de las dolencias que el ajetreo diario crea.
Basta con los terapéuticos paseos por sus extensas playas de arena dorada,
con los baños en sus cristalinas y templadas aguas de mar cargadas de yodo, sodio y otros elementos
beneficiosos para el cuerpo y con el contacto con una oxigenante naturaleza, que inevitablemente obliga a la relajación.