Códigos de vestimenta y corbatas
Todos los hombres de mundo tienen algunas corbatas en su armario. Un hombre que le da importancia al estilo tiene varias para elegir. La gran pregunta que queda es, sin embargo: ¿Que corbata viene bien para que ocasión? Lo que queda perfecto en un estreno de ópera, en la oficina puede parecer exagerado, y en un evento pequeño entre vecinos la vestimenta para el trabajo puede aparecer aburrida. Por supuesto todas las tiendas para caballeros ofrecen ejércitos enteros de corbatas, y también el comercio con las corbatas en la Web está en auge. Pero esto, justamente, no facilita la orientación. Por eso aquí hay un par de consejos.
En la oficina, el estándar todavía son las corbatas a rayas. Las rayas británicas clásicas armonizan perfectamente con un entorno de oficina conservador. En un entorno más progresivo pueden convenir las rayas italianas, más atrevidas, de varios colores o con estructuras más complejas. Pero es mejor que elija colores más bien opacos. Seguramente, Usted quiere llamar la atención por su capacidad y profesionalidad – y no por su corbata. Además, si no prefiere una camisa blanca (mejor en un entorno conservador), la camisa nunca debe ser más oscura que la corbata.
Cuando Usted va al teatro o a la ópera a la noche, el entorno es más festivo. Mientras que en los grandes estrenos de obras no hay otra que usar la ropa de vestir tradicional – es decir, el esmoquin – en otras ocasiones también puede llevar un traje negro. La corbata, en estos casos, puede ser brillante y llamar un poco la atención, pero siempre de manera elegante. Lo clásico en estos entornos es un gris plateado tenue. Un consejo de estilo para atrevidos: Puede llevar el esmoquin, en vez de usar una pajarita, con una corbata en negro.
En fiestas de familia o para ir al restaurante, Usted puede vestir prácticamente todo. Los clásicos son por ejemplo los diseños Paisley, los puntos o los estampados all-over. Lo que sí: ¡Nada de motivos de historietas! En personas que han pasado los diez años de edad, estos casi siempre parecen ridículos.