Características de la primera infancia que afectan la salud adulta
Es un hecho que los niños que tuvieron una infancia feliz probablemente crezcan hasta convertirse en adultos felices. Según un nuevo estudio, sin embargo, existen características específicas de la niñez que pueden provocar emociones positivas o negativas que terminan teniendo una influencia sobre las respuestas biológicas y de comportamiento de una persona al estrés. Estas características pueden determinar si los niños se convertirán en adultos sanos cuando crezcan o no.
Rasgos de la personalidad y cómo influyen después en la salud
El estudio observó 569 individuos que tenían entre siete y treinta y pocos años de edad. Los investigadores intentaron descubrir si algunos rasgos de la personalidad tienen una influencia en la salud más adelante. Basándose en los resultados, se observó que los niños que se mantuvieron concentrados en una tarea y tuvieron menos reacciones negativas a las situaciones cuando tenían 7 años de edad tenían mejor salud en general, con menos enfermedades, tres décadas más tarde.
Los niños de 7 años de edad fueron calificados por observadores entrenados en 15 comportamientos, con cada comportamiento teniendo 3 atributos de la personalidad: atención, predisposición a la angustia, e inhibición de la conducta (tendencia a la timidez, comportamiento retraído, y dificultades en la comunicación). Con el fin de determinar su salud en la adultez, los sujetos recibieron instrucciones para calificar su estado de salud e indicar si tuvieron las siguientes condiciones: artritis, asma, hemorragia digestiva por úlcera, cáncer, diabetes, enfermedades del corazón, hepatitis, accidentes cerebro vasculares, o tuberculosis.
Los investigadores descubrieron que una capacidad de atención superior y una actitud positiva durante la infancia tuvieron el mayor efecto sobre la salud en el futuro para todos los participantes. Un hallazgo interesante es que los efectos parecen ser mayores para las mujeres, lo que sugiere que las mujeres tienden a ser más sensibles a las interacciones entre el comportamiento, la biología, y la emoción. Esto indica que las mujeres parecen tener mayor predisposición a algunos riesgos de salud, incluyendo enfermedades cardíacas. En términos de origen étnico o de raza, no hubo diferencias en los efectos.
De las 569 personas que participaron en el estudio, 76% informaron que se encontraban en buen estado de salud o con una salud excelente mientras que el 18% reportó tener enfermedades. Los investigadores también descubrieron que este estudio longitudinal dio más pruebas de que las emociones y el comportamiento que suelen estar vinculadas a ciertos temperamentos tienen un papel crucial en la salud a largo plazo.
La buena noticia es que las características durante la primera infancia pueden ser moldeadas y guiadas por la familia, los compañeros, y las interacciones sociales. Las intervenciones deberían enfocarse en modificar ciertas respuestas y comportamientos que a menudo acompañan a ciertos rasgos, siendo el objetivo la prevención de algunas enfermedades.