Anécdotas de un Conductor
Llevo más de 10 años trabajando como conductor en AC Cars, y aunque jamás me atrevería a traicionar la confianza de mis clientes, en algunas ocasiones te quedas con las ganas de contar algunas cosas curiosas:
Hace unos años llevé a un matrimonio estadounidense por todo el norte de España, haciendo la ruta Madrid – La Coruña – Barcelona. En cada ciudad a la que llegábamos comíamos en el mejor restaurante y les acompañaba en sus visitas como si fuera uno más de la familia.
En otra ocasión tuve que estar tres semanas seguidas al servicio de unos árabes que estaban alojados en el Hotel Ritz. Yo tenía incluida la comida cada día en el hotel, un menú estupendo repleto de cosas estupendas y con nombres “raros”.
Harto de tantas exquisiteces cada dos días prefería pedir huevos fritos con patatas para comer ante la sorpresa de los camareros.
Una de las cosas más curiosas que me ha pasado es la actitud de un jeque árabe.
Al pasar frente a un restaurante me pidió que parase, en el escaparate había un acuario con langostas vivas. Si, pidió una langosta, pero ante la sorpresa de todos, en lugar de comérsela, la cogió con la mano, se levantó de la mesa, se acercó al mar y tiró la langosta al agua… ¡increible!