Ámsterdam: las peculiaridades de una ciudad ‘open mind’

‘Me gusta deambular por las viejas, estrechas y sombrías calles, con sus tiendas de farmacéuticos, litógrafos y velas para los barcos, y repasar las cartas de navegación y otros suministros marinos. La zona es increíblemente hermosa al atardecer’ decía Vicent Van Gogh sobre la ciudad. Y aunque haya pasado más de un siglo desde que el pintor holandés dijera esta frase, Ámsterdam sigue conservando la bohemia en sus calles, la sal en su aire y la inspiración en sus atardeceres. Pero eso sí, fraguando durante todos esos años una diversidad y un liberalismo aplastantes, como si la capital de Holanda hubiese querido seguir otra cita del neerlandés posimpresionista, en contrapartida por no haber apreciado su arte en vida: ‘¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?’.

Y con esta forma literaria de argumentar la situación de la ciudad, nos encontramos con que la capital de Los Países Bajos es, sin duda alguna y por muchas causas, uno de los ejemplos de ‘open mind’ más importantes de todo el mundo. Respetuosa religiosamente ya desde el s.XVI (tras conseguir la independencia de España), ‘Heroica, decidida, compasiva’ como clama su escudo de armas y tolerante políticamente en temas controvertidos para otras naciones, como la homosexualidad, la prostitución, la eutanasia o las drogas. Por todo ello, la llamada Venecia del Norte, hará las delicias de todo viajero que llegue con mochila en espalda y bolsillos más llenos de experiencias que de euros.

Dormir en una localización inmejorable es fácil y económico, hostales en Amsterdam como The Flying Pig Uptown Hostel, Inner Ámsterdam o Herat of Ámsterdam darán al turista un descanso placentero y bien situado, por un módico precio.

Andar por el centro nos susurra los siglos de historia. La plaza Dam, el Palacio Real, la Nieuwe Kerk, el monolito de mármol de 22 metros, los numerosos canales…pudiendo amenizar nuestra andadura con la música de alguno de los carillones de la ciudad, casi todos del siglo XVII.

Museos como el de Vicent Van Gogh o La Casa de Ana Frank son dos de los puntos más visitados por los turistas, junto con el Sex Museum. El primero cuenta con una galería cibernética sobre el artista para llegar al museo con los cuadros estudiados, para el segundo, no olvidéis el carné joven (para los que todavía lo seáis) porque el descuento es de más de la mitad del precio y con respecto al Sex Museum, los consejos se quedan cortos a la imaginación. Además si queremos saciar nuestro consumismo, aunque sea solo viendo los curiosos escaparates, la calle comercial Nieuwendijk nos ofrece desde calzado, ropa, a todo tipo de juguetes eróticos.

Después se puede tomar alguna bebida, o lo que a cada uno se le antoje, en cualquier Coffee shop y dar un paseo en bicicleta por cualquiera de los numerosos parques de la ciudad. Son muchas las oficinas de alquiler de bicicletas, incluso hay una en la misma estación de trenes, solo hace falta enseñar el carnet de identidad y dejar un deposito (por menos de 6 euros ya se tiene el vehículo más cómodo para esta urbe).
Entre los parques a destacar el más popular es Vondelpark que fue el primer parque urbano público de la ciudad (1865). De nombre con reminiscencias poéticas, es el más famoso de Ámsterdam debido a la multitud de prestaciones con las que cuenta: el pabellón musical (que se encuentra en una isla), el museo cinematográfico y teatro en vivo. Esta es una recomendación de obligado cumplimiento pero si se tienen todavía ganas de árboles y relax también se deben visitar otras zonas verdes como Amstelpark, Amsterdamse Bos o Oosterpark y es que una ciudad cosmopolita no esta reñida con naturaleza.

Estas son algunas pinceladas de la historia, cultura y costumbres de esta ciudad pero quién sabe como seguirá la andadura de la capital. Ahora los cuadros de Vicent Van Gogh se venden por millones de euros mientras que Los Países Bajos empiezan a dar un giro a la derecha con respecto a la inmigración, el barrio rojo y la libertad religiosa. Los tiempos cambian, las personas y las ciudades también, pero los atardeceres de Ámsterdam siempre seguirán siendo inspiradores.

Por: Almudena Corral
Sonia, Andrea y Almudena, son viajeras independientes que, antes de trabajar como escritoras para HostelBookers recorrieron varios continentes descubriendo las maravillas de sus ciudades y pueblos. En su estancia en Holanda descubrieron hostales de calidad y económicos donde alojarse.

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