Algunos datos sobre los aceites esenciales y la elaboración de perfumes y colonias

La elaboración de colonias y perfumes conlleva el empleo de aceites esenciales, los cuales también  se emplean en una gran variedad de otros productos que necesitan tener olores y fragancias placenteras y características. Los aceites esenciales se componen de sustancias biosintetizadas, es decir, elaboradas a partir de sustancias químicas artificiales, como el alquitrán de hulla, pero también incluyen una gran variedad de esencias extraídas de la maceración y el procesamiento de distintas especies vegetales, ya sea de sus flores, frutos, plantas y tallos.

También se usan ciertas sustancias de origen animal, como el almizcle, la civeta y el ámbar gris. El almizcle se obtiene de las glándulas sexuales de algunas especies animales, como el buey almizclero y algunas especies de roedores, lo mismo que el ámbar gris, que sale de la secreción de determinadas glándulas de las ballenas azules. La civeta, también conocida como viverridae, son una pequeña especie de animalitos carnívoros, emparentados genéticamente con el gato. Lamentablemente, debido a la pérdida de su hábitat natural, estos pequeños mamíferos ven su subsistencia amenazada. La ventaja de los aceites esenciales basados en especies animales es su olor mucho más penetrante y duradero que el de las especies animales, y por esto son empleadas en dosis muy pequeñas, y en combinación con otras fragancias que mitiguen y compensen esta “agresividad” natural.

Los aceites de origen vegetal se pueden encontrar en las flores, siendo este el caso de la lavanda, el jazmín y la rosa. También se hallan en todo el árbol –tal como en el eucaliptus, cuya madera, flores y frutos son altamente aromáticos. También en las hojas de algunas especies hay sustancias aromáticas presentes en gran concentración, como en la citronela, el aceite esencial de los cítricos, que se extrae principalmente de las hojas del árbol del limón. También de la cáscara de algunos frutos se extraen esencias, tal como de las bergamotas, las naranjas y los limones. Algunas maderas también concentran aromas agradables, como el sándalo, mientras que en otras especies la raíz es el mayor reservorio, como sucede con el vetiver, una gramínea oriunda de la India. Otras especies vegetales están dotadas de una resina sumamente olorosa, como el incienso, la mirra y el benjuí.

Los aceites esenciales se obtienen básicamente por dos medios: destilación y extracción. La destilación implica hervir, básicamente, la materia prima, y recoger la sustancia concentrada en estos vapores. La extracción implica básicamente, la presión en frío, y la recolección de los jugos remanentes de esta compresión. Los aceites esenciales suelen ser muy volátiles, y se emplean en forma de solución, sobre todo en la elaboración de colonias y perfumes. El solvente preferido para la elaboración de estos productos, colonias y perfumes, es el etanol, o alcohol etílico, agregado a una dosis variable de agua destilada. Esta es, en definitiva, la fórmula básica de colonias y perfumes, productos que nos acompañan desde hace miles de años.

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