No debes convertir en algo irresoluble una rotura del coche
Todos los articulistas con los que nos topemos nos dirán lo mismo: las averías, hoy en día, son casi obligadas. Hemos leído en distintas páginas relacionadas con el consumo y con el usuario que la obsolescencia programada está impidiendo que la gente pueda aprovechar algo eléctrico o mecánico más allá de los 8 o 10 años. Por eso no es sorprendente que ese coche que nos hemos comprado, a pesar de sus condiciones, de su línea, de su belleza o de su fiabilidad, al final termine por desestabilizarse.
Por eso hoy en día nuestra opinión es la que hemos verbalizado en el título que da entrada al presente artículo: una avería, que es inevitable, no se puede convertir en un obstáculo para que podamos conseguir un poco de autonomía después de ella. Muchos son los que deciden dejar su coche en el dique seco porque entienden que no van a poder recuperarlo, pero tal cuestión no es muy inteligente si tenemos en cuenta algo que a nosotros nos parece casi obligado en estos tiempos oscuros: el recambio de segunda mano.
Quizá te preguntes por qué estamos tan seguros de lo que decimos, así que vamos a explicarte cuál es nuestro último hallazgo. Como bien sabrás si eres seguidor de nuestra página, para escribir cualquier cosa solemos documentarnos. Pues bien, el otro día, en la web desguaces.eu, tuvimos ocasión de comprobar lo bien que funcionan las guías virtuales, la enorme cantidad de información que atesoran, lo mucho que nos ayudan a que todo tome cuerpo de manera viable y pertinente y lo sencillo que puede llegar a ser utilizarlas.
Así que una vez comprobada la excepcionalidad de la página que te hemos dicho, y comprobado también que en el espacio de las tres W hay otros ejemplos que nos encantan, decidimos testar si lo que en estos sitios se ofrece es solamente barato o nos venden también seguridad y garantía. Y cuál fue nuestra sorpresa, agradable sorpresa, al comprobar que casi todos los desguaces a los que pedíamos presupuesto no solamente garantizaban lo que vendían, sino que además lo hacían nombrando procesos de certificación que a nosotros nos encantan, como las normativas ISO.
Así que podemos concluir que hoy en día el desguace cumple una labor magnífica, convertida en fundamental en los tiempos que corren. Es cierto que mucha gente sigue desconfiando de ellos porque entienden que no dan muchas ventajas. Pero créenos, ante una avería y ante la presencia de la obsolescencia programada poco podemos hacer que no sea acudir a lo usado para seguir adelante. Sí, es cierto, al principio nos costará admitir que estamos haciendo lo correcto, pero una vez que lo probemos seguramente tendremos que admitir que hemos hecho lo correcto. Ni más ni menos.