Cómo regalar en familia

A medida que la familia va creciendo, los gastos navideños se van convirtiendo cada vez más en una cuesta arriba. De la familia tradicional nuclear (padre-madre-hijos), se pasa en ciertos momentos a una gran familia en la cual entran en juego otras figuras  como suegras, cuñados, yernos, sobrinos…

A la felicidad de ver crecer la familia se le añade la preocupación de ver aumentar los gastos, más en estas épocas. Pero como las Navidades no son para preocupaciones, os traemos unos consejos para regalar en familia sin que nadie se quede con un regalo de menos, y si aun así no nos salen las cuentas, con Twinero Préstamos Rápidos conseguiremos el empujón necesario para no descontentar a nadie. Y es que la familia, sea política o no, es lo primero.

Plantear un amigo invisible

Una fórmula que cada vez gana más popularidad sobre todo en eventos en los que nos reunimos muchos componentes familiares son los amigos invisibles: se sortea a quién regalar de forma sorpresa y así sólo se tiene que gastar en un único regalo.

Esta fórmula, además de suponer un gran ahorro y asegurar que todos recibirán la misma cantidad de regalos (incluso se puede marcar un mínimo y un tope de gasto), fomenta las relaciones al estipularse a quién regalar de manera sorpresiva y anónima hasta que se desvela.

Estos regalos se suelen hacer pensando en la persona que te ha tocado y haciendo todo lo posible por contentarla con la sorpresa, por lo que los beneficios van más allá que en el hecho simple de hacer un regalo.

Compras en común

Una forma de ahorrar o invertir mayores cantidades en un regalo que permita “estirarnos el bolsillo” es realizar los regalos de forma grupal.

Si somos cuatro hermanos, si en vez de hacer cuatro regalos a nuestro padre, hacemos un único regalo por el valor de los cuatro o más barato, conseguiremos ahorrar a la par que ofrecemos algo mucho mejor a nuestro querido progenitor.

De igual forma esta fórmula vale para hacer regalos que puedan aprovechar más de una persona en el núcleo familiar: una televisión para los abuelos, DVDs y libros para los sobrinos etc.

Decidir regalar a los más pequeños y a los más grandes

En ocasiones regalamos por el simple hecho de seguir la tradición. Es por ello por lo que aquellos núcleos a los que les pueda dar “más igual” no recibir nada, pueden plantear que se les dedique más pasión (y dinero) a los que se ilusionan mucho más con estas fiestas.

Al momento de ser padres, ya no nos importa tanto nuestro bienestar como el de nuestros hijos, es por ello por lo que podemos plantear que se destinen todos los esfuerzos (también los económicos) para regalarles a ellos y que lo destinado a nosotros también vaya a ellos o se ahorre.

De igual forma, abuelos que se dejan la piel todo el año por cuidar de nosotros también pueden ser merecedores de este “sacrificio”. De esta sencilla forma se ahorra pero también lo más importante: se recupera y fomenta el espíritu de unidad que se proclama en estas fiestas.