¿Eres Una MALA Cita? (y ni siquiera lo sabes)

"¡Cállate!"

Estaba escuchando la reproducción del audio de una entrevista que hice con mi
amiga Moira, y me dieron ganas de gritar. Apagué el "ruido" y llamé a Moira.

"Tenemos que volver a hacer esta entrevista. No puedo enviar esto".

Moira, siendo la persona amable que es, estuvo de acuerdo. (¡Por suerte!)

Reprogramamos la entrevista y me puse a trabajar. ¿Qué era lo que no
funcionaba? ¿Cuál es mi historia? ¿Estaba demasiado poco preparada? ¿Qué dije en
otras entrevistas que haya funcionado?

Volvimos a preparar la escena y regrabamos el segundo show.

Después de hacerlo no me sentía mucho mejor. (Envié la grabación de todos
modos).

¿Qué pasó? El contenido era bueno. Es lo que enseño. Es lo que hago. ¿Por qué
esta entrevista no funciona? Nuestra química no está apareciendo.

Entonces me di cuenta… Moira y yo teníamos una cita incompatible. Las dos
estábamos en el mismo papel. Dos héroes hablando de mi negocio. No funcionó.
Éramos competitivas sin darnos cuenta.

Yo esperaba que la entrevista fuera de una cierta manera, pero no era así. No
fluía. No era divertida.

Moira era el héroe apropiado. Yo no lo era. Moira era la anfitriona. Ella
hizo el plan. Yo era la invitada que se comportó rudamente (no fue intencional).

Cuando yo era soltera solía no respetar a mis citas de la misma forma. Yo
pensaba los temas a hablar durante la cena de antemano. Ensayaba historias que
lo entretendrían durante el postre. Quería que mi rendimiento fuera perfecto.
Como una MALA cita, yo hablaba y hablaba y hablaba.

No aprendía mucho acerca de mi cita y sobre qué hacía porque yo estaba
demasiado ocupada actuando. ¿Te sientes identificada?

Cuando llegaba por la noche después de la salida habitualmente me sentía mal,
como que yo había trabajado muy duro y había hecho mi parte, pero no era
suficiente (por supuesto que él no me volvía a llamar. Lo había abrumado.
Probablemente, como a muchas personas en la tele-clase con Moira).

He aprendido mi lección. ¡Deja que mis errores te ayuden a dejar de ser una
MALA cita!

1. Estar presente

¿Estás presente con la persona? ¿Estás dentro de la conversación? ¿O estás
ocupada decidiendo qué decir o preocupándote por lo que él piensa?

Esto es tan simple y, sin embargo, es sorprendente cómo nos olvidamos de
estar presentes. Haz tu mejor esfuerzo para permanecer en el momento sin una
agenda previa. Deja que la conversación fluya y confía en que te llevará donde
necesitas ir.

2. Escuchar

No escuché muchas de las preguntas de Moira hasta que escuché la grabación.
¿Cuántas veces llegaste a casa después de una cita y no puedes recordar nada de
lo que él dijo? ¿Lo has escuchado? ¿Te gustó lo que escuchaste? ¿Respondiste las
preguntas que te hizo?

(Podrías sorprenderte si escucharas tu propia grabación:))

3. Dejar de actuar

Sólo ve a la cita. Es suficiente. Tienes todo lo que necesitas para ir a la
cita con sólo estar ahí. Tendrás las respuestas a sus preguntas. No tienes que
trabajar duro para impresionarlo.

Le atraerás o no. Resonará contigo o no. Tu actuación sólo lo desmotivará y
te cansará. Deja de trabajar tan duro.

Sólo escucha lo que dice y responde a sus preguntas. ¿Entendido?

4. Tener fe

Sigue su ejemplo y ve dónde te lleva. Deja ir tus expectativas y ten fe en el
resultado. Deja ir tus intenciones y disfruta el paseo.

Fíjate cómo se siente. ¿Es emocionante o aterrador? Diviértete con ello.

¿Crees que ya que he aprendido todo esto y tal vez Moira me haga otra
entrevista? 🙂

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