No caigas en la tentación de Postergar

Muchas veces en tu vida sentirás la tentación de posponer tus objetivos por la simple razón de no ponerte en acción. Es un hábito que puede tener efectos peligrosos en tu ser aunque no estés consciente de ello. En este artículo comparto contigo los principales errores que generan en ti el mal hábito de la postergación para que puedas identificarlos y evitarlos.

¿Por qué te parece pospones aquello que tanto anhelas?

Puede que estés postergando porque…
este comportamiento te da una sensación de seguridad pasajera…
no quieres lidiar con determinadas situaciones difíciles que implican llevar adelante estos objetivos…
no estás dispuesto (por X razones) a ejecutar las acciones que implica encargarte de lo que estás postergando…
…. (llena el blanco).
…. (llena el blanco).

Si hoy sientes “calma” por posponer tus acciones, mi deseo es que te deshagas de este comportamiento lo más pronto posible porque no es más que una ilusión que no te está llevando a donde quieres ir.

Si puedes localizar/capturar en tu mente esos pensamientos subyacentes, podrás dar el primer paso para escapar de esta actitud, porque solo tú puedes elegir tomar las acciones necesarias ahora mismo.

Descubre los principales errores que estás cometiendo y que te están llevando a la postergación eterna y arráncalos de raíz:

No tomarte el tiempo para meditar y “desagotar” tu mente de todo pensamiento. Relájate y prepara tu mente como si fuera una hoja en blanco. Es vital que tu mente se encuentre “limpia” y calmada para tomar decisiones importantes.
No escribir en un papel o en algún medio que te resulte cómodo, las acciones que puedes realizar (en corto, mediano y largo plazo) que te acerquen a lo que quieres lograr.
No tomar nota los pensamientos y creencias que podrían apoyarte y motivarte en el camino. Crear estos decretos personales te ayudará a que poco a poco en tu mente “tires abajo” los pensamientos negativos que a menudo provocan en tu ser que postegues.
No realizar una lista de aquellas cosas que quieres lograr y que continúas postergando en cada una de las áreas de tu vida, ya sea en materia de trabajo, familia, estudios, finanzas, salud, etc. Si lo hicieras, podrías asignarle a cada punto de esta lista de pendientes un orden de prioridad de acuerdo a su importancia.
No tomarte el tiempo para descubrir qué cosas/recursos/información/etc. te está faltando para llevar adelante ciertas tareas que sabes en tu ser que deben ser completadas.
No identificar qué quieres y qué necesitas y no comprometerte con ello sabiendo que cumples con un propósito mayor que guía tus pasos cada día.

¿Quieres evitar caer en la postergación?

Estos puntos resultan claves:

Presta atención a tus pensamientos, ya que es allí donde ella “vive” este mal hábito. ¿Para qué estás postergando?
Detecta pensamientos tales como “ahora no tengo tiempo, lo haré mas tarde” o “las condiciones no están dadas para hacerlo ahora, tendrá que esperar” y decide qué harás con cada uno de ellos para darlos vuelta, por ejemplo:

Reemplaza: “ahora no tengo tiempo, lo haré más tarde”
Por: “me haré X tiempo en el día para ir avanzando paso a paso”.
Libérate de pensamientos derrotistas: “no puedo”, “es muy difícil”, “no sé cómo”. Cuando éstos aparezcan, háblate a ti mismo y di: “yo podré, buscaré la forma”, “preguntaré, me informaré”, etc.. Créate tus propios pensamientos motivadores y empoderadores.
Utiliza el poder que tienes manejar tus tiempos y tu propia voluntad cambiando las condiciones de tu realidad para que las mismas te sean favorables. Haz los cambios que tengas que hacer para resolver este problema paso a paso.

Una vez que inviertas estas situaciones, es posible que te des cuenta que para completar aquello que estas postergando sea necesario solo una simple acción (una llamada, enviar un email, realizar un pedido, buscar información etc.). Es por esto que debes liberarte cuanto antes de ese falso mecanismo de defensa que lo único que hace es mantenerte inmóvil cuando lo que tú deseas es avanzar hacia una vida mejor.

Si en lugar de postergar algo por el simple hecho de no querer hacerlo, enfréntalo y analízalo buscando las maneras; verás que el mecanismo auto-saboteador empezará a desaparecer. Aún si no te sientes preparado para realizar una tarea en particular, enfréntate a ella y decide, a conciencia, tomar los pasos necesarios para poder lidiar con ella más adelante.

El objetivo de este artículo es evitar que la postergación y la procrastinación sigan robándote la energía que tienes dentro de ti y que puedes utilizar para empezar a construir tus sueños. Así que te aconsejo que, hoy mismo, tomes las riendas de tu vida y te enfrentes a aquellas cosas que te están reteniendo. A medida que tomes decisión y acción, te sentirás más poderoso y con mayor autoestima. No olvides que la vida es una sola y hay que saber aprovecharla al máximo.

Por una vida con sentido…

Con amor,
Ani Vera

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