Revivamos la Gesta del Libertador San Martín
Las vacaciones en Mendoza tienen marco de montaña. Dondequiera que se mire, los imponentes Andes nevados despliegan su belleza ante los ojos maravillados de los turistas. Ya en la ciudad de Mendoza se palpita la pureza y majestuosidad del paisaje andino mientras se disfruta de una tarde de compras o un momento de relax en un café.
Para disfrutar a pleno de la maravilla del entorno de montaña las opciones son casi infinitas. Una buena idea es realizar una excursión a caballo a través de los Andes, para revivir la emocionante gesta libertadora del General San Martín. Los paseos retoman varios tramos de la ruta seguida por las tropas del Libertador de América, en un recorrido con sabor a gloria. Aunque, naturalmente, el circuito vale la pena no sólo por su interés histórico sino por la magnificencia del paisaje nevado, con sus abruptos picos y valles, su abigarrada vegetación de alta montaña y su colorida fauna autóctona. Para coronar la aventura, nada mejor que atreverse a llegar hasta el mirador del cerro Aconcagua, para maravillarse y sorprenderse ante la majestuosidad del gigantesco Centinela de América. La experiencia de divisar, a lo lejos, la cumbre que se hunde suavemente en la bruma es, marca, dicen, un antes y un después en la vida de cada uno de los afortunados que la viven.
Pero al mirador del Aconcagua no sólo se llega a caballo: el trekking es una excelente opción para vivir una jornada a toda montaña. Esta actividad es ideal para quienes quieren comenzar con el turismo aventura, ya que ofrece circuitos para todos los gustos. Para los principiantes, nada mejor que una caminata de pocas horas (entre cuatro y 6 es lo más recomendable). Para los más aguerridos, una excursión de 2 ó 3 días para vivir la invalorable experiencia de hacer noche en plena montaña. El trekking puede practicarse a cualquier edad y el único requisito es hallarse en un buen estado físico general: no hace falta un exhaustivo entrenamiento previo como el que requiere, por ejemplo, escalar las altas cumbres de los cerros andinos.
Pero no sólo de Aconcagua están hechos los Andes. La cadena montañosa alberga interesantes sorpresas como el hotel Villavicencio. Antaño era uno de los más refinados alojamientos en Mendoza, la elite argentina llegaba a reservar allí sus estadías hasta con un año de anticipación, para disfrutar de sus baños termales en un entorno lleno de lujo. Rescatado como museo, hoy recibe a los turistas en pleno corazón de la montaña como una deliciosa ventana al pasado.
Jorge Alberto Guiñazu