Un perfume para cada estación
Frente a una ocasión especial las mujeres pensamos hasta en el más mínimo detalle, la ropa, el maquillaje, los accesorios, y por supuesto también en un buen perfume. El perfume ayuda a delinear una personalidad y a destacar aquellos rasgos más interesantes, por que el olor que uno lleva habla mucho de uno mismo, no es algo que podamos dejar suelto al azar.
Y así como hay una fragancia para cada ocasión, es importante tener presente que hay fragancias para cada estación. La pregunta muchas veces es ¿Cuál es la mejor opción en cada etapa del año? Aquí algunas ideas para elegir el que mejor va con cada una.
Durante el verano, es preferible elegir fragancias que tengan una base de notas florales, inspiración en frutas cítricas, olores acuáticos ó toques de hierbas; perfumes que nos transporten a lugares de descanso, sin necesidad de movernos.
Lo ideal es que sean fragancias ligeras, pero que no pasen desapercibidos. En los últimos tiempos también se les han agregado componentes como las especias que le otorgan un toque de excentricidad.
Para las estaciones más frescas del año la mejor elección es un perfume a base de notas amaderadas, sándalo ó ámbar, que suelen estar muy marcadas en los perfumes dulces. Lo ideal en esta época son fragancias impactantes, con presencia. Recordemos que durante el invierno, y gran parte del otoño, nuestros cuerpos se arropan y puede ocurrir que las fragancias no lleguen al exterior, por eso los perfumes de esta época deben ser más fuertes que los de verano.
Con esta guía, ya no será tan complejo elegir una fragancia para cada estación, que combine con la personalidad y con la esencia de cada una.
Y para que el uso del perfume sea un éxito, hay que recordar que estos están hechos a base de alcohol y aceites, y que con el correr de las horas va evaporándose, el tiempo promedio de duración de una fragancia es de entre cuatro y cinco horas, por eso durante el día debemos repetir la aplicación, principalmente en los puntos del pulso y en aquellas partes del cuerpo donde la piel suele ser más cálida, la parte interna de las muñecas y los codos, detrás del lóbulo de las orejas y detrás de las rodillas.