Síndrome de las piernas inquietas: qué es y cómo se trata
¿Sientes a menudo la necesidad de mover constantemente tus piernas? O tal vez tienes el impulso de ponerte de pie y estirarte. A veces puedes sentir como si tuvieras hormigas moviéndose debajo de tu piel, una sensación que te hace sentir incomodidad o incluso dolor. Tú puedes sufrir el síndrome de las piernas inquietas (RLS, por sus siglas en inglés). Millones de estadounidenses padecen esta afección; desafortunadamente, a muy pocas personas se les diagnostica esta afección y reciben el tratamiento apropiado. El resto simplemente la sufre por años, sin saber que esa sensación desagradable en sus piernas es algo que debería examinar un médico.
Un trastorno del sistema nervioso central
El RLS es un trastorno del sistema nervioso central. Este trastorno puede ser tanto genético o puede ser causado por un desequilibrio de dopamina en el cerebro. La dopamina es una sustancia química del cerebro que afecta el movimiento. Por la noche, el nivel de dopamina del cuerpo humano disminuye naturalmente. Esto puede explicar por qué los síntomas del síndrome de las piernas inquietas tienden a agravarse al final del día y durante la noche. El hierro afecta la producción de dopamina, por lo tanto si el cuerpo no tiene suficiente hierro, los niveles de dopamina pueden descender.
RLS principal y RLS secundario
Existen dos tipos del síndrome de las piernas inquietas: principal y secundario. El RLS principal es un trastorno genético. Comúnmente se manifiesta sin causa y a menudo ocurre entre las personas más jóvenes. Los síntomas del RLS principal pueden comenzar a manifestarse en forma temprana en la edad adulta, y los síntomas se agravan con la edad. Después de los 50 años, los síntomas del RLS principal pueden agravarse e incluso causar trastornos significativos del sueño.
Por otra parte, el RLS secundario, comúnmente deriva de o se relaciona con otras afecciones como la anemia (deficiencia de hierro), embarazo, enfermedad renal, problemas tiroideos, venas varicosas, enfermedad de Parkinson, apnea y alcoholismo. También se descubrió que los síntomas del RLS secundario son activados por ciertos medicamentos, incluso los fármacos antieméticos y antiepilépticos, antidepresivos tricíclicos, el litio, los inhibidores selectivos de recaptación de la serotonina y algunos medicamentos indicados contra los resfriados y las alergias.
Tratamiento del RLS
El RLS es una afección médica tratable; existen muchas opciones de tratamiento para el síndrome de las piernas inquietas. Si experimentas los síntomas del RLS, primero debes consultar a un médico para que controle tus niveles de hierro. Si tus síntomas de RLS se deben a una deficiencia de hierro, tu médico podrá prescribirte suplementos de hierro o te indicará que comas más alimentos que contengan hierro. Sin embargo, si estás tomando bloqueadores H2 y medicamentos similares, éstos pueden evitar la absorción adecuada de hierro, por lo tanto asegúrate de informar a tu médico sobre los síntomas de RLS para que pueda indicarte las pruebas adecuadas antes de seguir adelante.
Otra forma natural y efectiva de tratar los síntomas del RLS es realizando actividad física regular. También deberías limitar tu consumo de cafeína y bebidas alcohólicas, así como también el uso del tabaco, particularmente al final del día y a la hora de acostarse. También puedes intentar envolver tus piernas con vendas elásticas o usar medias de compresión. Además, remojar tus pies en agua caliente y compresas frías sobre las piernas puede ayudar a disminuir los síntomas del RLS. Prueba también seguir un cronograma de descanso regular.
El RLS comúnmente es tratado con medicamentos para dormir. De hecho, los medicamentos que los médicos recetan para tratar el síndrome de las piernas inquietas no son específicamente para tratar el RLS. Estos fármacos con frecuencia tienen usos «no indicados en el prospecto» y aunque no están indicados específicamente para tratar el RLS, está comprobado que ayudan a tratar sus síntomas. Los medicamentos más comunes utilizados para tratar el RLS son los medicamentos dopaminérgicos, que incluyen Pramipexole y Ropinirole. Las benzodiazepinas también suprimen efectivamente las contracciones musculares. Ambien y otros sedantes no benzodiazepínicos que son básicamente agentes hipnóticos que actúan a corto plazo son a menudo utilizados para tratar el RLS leve que tiene lugar habitualmente a la hora de acostarse. Existen otros sedantes utilizados para el tratamiento del RLS, que incluyen clonazepam (Klonopin), eszopiclona (Lunesta), ramelteona (Rozerem), temazepam (Restoril) y zaleplon (Sonata).
Si los métodos naturales para tratar el RLS no parecen funcionar contigo, puedes probar con los medicamentos. Sin embargo, hazlo sólo bajo supervisión de un médico.