Sabores e Historia entre Rivadavia, San Martín y Junín
La Paz y Santa Rosa, y los departamentos de Rivadavia, San Martín y Junín conforman la designada zona turística este de la provincia de Mendoza. Son municipios plácidos, poco urbanizados, eminentemente rurales y agrícolas. Si la capital es sinónimo de lujosos hoteles en Mendoza, estos tres pequeños departamentos lo son por excelencia de los alojamientos rurales, los campings y la vida al aire libre.
La Villa Turística San Isidro, también conocida como El Carrizal, es el lugar a conocer en Rivadavia. El Carrizal es un lago de 15 Km. de largo y 4 de ancho creado por el hombre para ganarle a la aridez del desierto. Verdadero oasis en medio de la áspera llanura de La Travesía, fue creado para llevar vida a los viñedos y cultivos, pero hoy es además, un punto de indudable atractivo turístico. Allí se efectúan todo tipo de deportes acuáticos, como parasailing, ski, pesca y jet ski, y se organizan paseos en lancha, balsa, biciflot, velero y catamarán. El paisaje que rodea este espejo de agua, por su parte, ofrece el marco ideal para diversas actividades recreativas como safaris fotográficos, avistamiento de aves, excursiones en cuatriciclo, mountain bike, bicicross o trekking. Los pobladores de la Villa organizan también para los turistas fogones que recrean la atmósfera, mezcla de guitarreada y leyendas de terror de los auténticos fogones de campo. El máximo encanto del lugar, sostienen sus pobladores, radica en su ambiente de tranquilidad y plácido relax. En San Isidro, aseguran, es posible dejar atrás todas las preocupaciones.
San Martín toma su nombre del ilustre Libertador de América. Y cada rincón de este pequeño departamento parece guardar testimonio del paso del gran capitán por tierras mendocinas. El Museo de las Bóvedas, en especial, sorprende a los visitantes con su amplia colección de objetos históricos.
Junín se jacta de ser nada menos que el jardín d la provincia de Mendoza. Allí también se ha conseguido domar al desierto gracias a los embalses de agua pacientemente redirigida, y las acequias corren parejas con las calles. Flota en Junín una atmósfera de otro tiempo, con casonas perezosas que recuerdan tiempos más sencillos y calmos. Este municipio es famoso por sus fábricas de aceite de oliva, otro de los tan particulares atractivos del turismo en Mendoza. Establecimientos que amalgaman sabiamente las ventajas del equipamiento de vanguardia con el encanto de las técnicas de elaboración más artesanales.
Jorge Alberto Guiñazu