Los aceites esenciales
Los aceites esenciales o esencias son las sustancias que componen lo que podría definirse como el alma del perfume. Básicamente un perfume es una solución, desde un punto de vista químico. El solvente suele ser alcohol etílico, en diferentes grados en combinación con agua destilada, donde se disuelven diferentes aditivos: los aceites esenciales y extractos que darán lugar al bouquet del perfume. Los aceites esenciales suelen ser muy volátiles, y es esta justamente la propiedad que los hace ideales para la creación de perfumes y colonias. Que sean volátiles significa que en contacto con el aire, sus moléculas tenderán a evaporarse, llenando de su olor el ambiente. Además, esta volatilidad implica que su elaboración y recolección sea extremadamente compleja, ya que son sustancias difíciles de capturar en un frasco. Baste decir que para elaborar una sola gota de esencia de rosas se emplean 30 flores.
La evolución de la química dio lugar a la creación de aceites esenciales sintéticos. Es decir, que gracias a la elaboración artificial de estos aceites esenciales se ha logrado bajar considerablemente el precio del perfume, haciéndonos llegar a mucha mayor cantidad de consumidores. Las aguas derivadas de la destilación de los aceites también son empleadas en la creación de perfumes, cosméticos, y otros productos de tocador.
Pero, es necesario aclarar, que los aceites esenciales se emplean para una gran cantidad de usos aparte de la fabricación de perfumes. Por eso, podremos encontrarnos en los aceites empleados para realizar masajes, las sales de baño, los productos de higiene personal, y otros productos para el hogar destinados a desodorizar y perfumar ambientes. Otro uso fundamental en los aceites esenciales es la cada vez más popular aromaterapia. Esta terapia alternativa considera que los olores tienen un efecto beneficioso en la salud, y, específicamente, pueden ser de gran ayuda para determinados cuadros.
Algunos ejemplos del uso de aceites esenciales y sus efectos curativos, más allá de la elaboración del perfume, pueden ser hallados en el empleo del enebro, una planta conocida desde la antigüedad, no sólo por su uso en rituales religiosos, sino por su conocido efecto beneficioso en los dolores menstruales y otros espasmos. La bergamota es un cítrico, cuya piel es empleada para producir un aceite de uso en la cura de la depresión. El jazmín también es altamente beneficioso en esta patología mental, también mostrando efectos sedantes, combate la ansiedad, y ayuda con el cuidado de la piel. El limón, un cítrico al igual que la bergamota, tiene propiedades desintoxicantes, de amplio uso en industria de la limpieza.
Andrea Andorra es asesora de belleza para http://www.perfumesandorra.com/perfumes/mujer/.