La ruta de la seda, una ruta mágica por china
Una de las rutas más conocidas al viajar a china es sin duda la Ruta de la Seda, a lo largo de los años, las ciudades que la componen han vivido guerras terribles, largas plagas, hambre… algunas de estas ciudades fueron destruidas para siempre, en cambio otras supieron salir de la ruina, renacer de las cenizas y sorprender al mundo con sus nuevas construcciones como mausoleos o cúpulas.
La gente llenaba las calles de estas ciudades, no solo los lugareños sino también los visitantes. Los cuales estaban maravillados de las sedas (China), especias (India), gemas, oro, plata (Irán), pájaros u otros animales, cerámicas (Afrasiab) que allí se encontraban.
Las rutas de estas caravanas cruzaron toda Europa y Asia de China a la costa del mediterráneo y en otras épocas sirvió de intercambio cultural entre la zona este y la zona oeste.
Esta ruta esta comprendía por el territorio de Asia Central y de Kazakhstan.
Las ciudades más importantes son: Merv (Turkmenistan); Bukhara, Samarkand, Urgench y Khiva (Uzbekistan); Otrar, Taraz y Chimkent (Kazakhstan); Dgul, Suyab, Novokent, Balasagun, Borskon, Tash-Rabat, Osh y Uzgen (Kyrgyzstan).
El que podemos llamar pionero de la Ruta de la Seda es Chzan Tsan, un diplomático chino que vivió en 1 siglo B.C
Podemos decir que es uno de los paraísos de la arqueología gracias a sus estatuas colosales, monumentos, ruinas de civilizaciones que desaparecieron, papiros escritos en lenguas desconocidas…
En la Ruta se han encontrado tres grandes religiones: cristianismo, budismo e islam además de otras que han ido desapareciendo como el zoroastrismo.