En Mendoza se disfruta de la cocina del vino
Al planear unas vacaciones en Mendoza, el vino surge como propuesta casi excluyente. Nadie quiere abandonar la provincia cuyana sin haber vivido de cerca el mágico proceso de elaboración del mítico elixir. El vino tiñe con su alquimia todas las actividades en Mendoza, y la cocina, por supuesto, no podía resultar la excepción. Hablar de gastronomía mendocina es hablar de sabrosos y nobles productos regionales, como el aceite de oliva, los chivitos o los frutos secos, pero también es, fundamentalmente, hablar de vinos.
Todos los restaurantes de Mendoza cuentan con una selecta cava de vinos que aloja las más prestigiosas etiquetas de la provincia. Sin embargo, vale la pena dejarse tentar por las propuestas de las pequeñas bodegas artesanales, toda una sorpresa de delicados sabores cuidadosamente escogidos. Los restaurantes de autor, más vanguardistas, se dejan conquistar actualmente cada vez más por esta opción fresca y original de disfrutar el vino. Las bodegas artesanales recobran técnicas tradicionales de elaboración, dejadas de lado con la tecnificación de las bodegas, que remiten a los entrañables y laboriosos inmigrantes que hicieron grande, con su esfuerzo, el suelo mendocino.
Pero el vino no sólo es protagonista en Mendoza a la hora de llenar las copas. La cocina de autor mendocina experimenta permanentemente con este noble producto, incorporándolo en deliciosas cocciones dulces y saladas. Las reducciones de distintos varietales resultan en acompañamiento perfecto para carnes rojas o de caza, o para un jugoso cordero. El vino blanco se viste de salsa para acompañar pescados o mariscos. Un capítulo aparte merecen los postres, una especialidad que en Mendoza ha dejado largamente atrás a las clásicas peras al vino. Una prueba de ello son los helados de distintos varietales típicos de la provincia.
De la gran ciudad al imponente silencio de los Andes, la oferta gastronómica de autor es en Mendoza tan refinada como variada. La capital alberga el brillo de La Bourgogne, en los salones del hotel Diplomatic Park Suites, con su alta propuesta gourmet que funde cocina francesa y productos típicos de la región. En Uspallata, en plena montaña, el restaurante Atahualpa sorprende con sus exquisitas tablas andinas. La trucha reina en mil preparaciones en los restaurantes del dique Potrerillos, donde se la pesca en abundancia. Y en Coquimbito, Maipú, Pie de Cuba inaugura la Ruta del Vino con su propuesta de buen gusto y de sofisticada sencillez.
Opciones para todos los gustos para unas vacaciones en Mendoza con aire gourmet.
Jorge Alberto Guiñazu