De tapas baratas por la historia de Madrid

Madrid, apodada la ciudad de los hombres sin patria, hace honor a su sobrenombre porque es una de las ciudades españolas que mejor ha sabido acoger a los forasteros. Ciudad cosmopolita y ecléctica, ha aprovechado lo que cada una de las culturas que llegaba le podía aportar. Esto se ve reflejado en la diversidad gastronomía que ofrecen sus bares, restaurantes y tascas. En ellos se pueden encontrar desde el típico cocido madrileño a las más variadas raciones típicas de castilla La Mancha, Galicia o Andalucía. Esta diversidad ha hecho de Madrid un lugar perfecto para ‘tapear’ mientras se conoce la historia de una ciudad con mucha solera.

Las calles de la capital son un fiel reflejo de esto ya que desde que la fundara Mohammad I han habitado sus barrios árabes, cristianos y judíos. Los Austrias son los que imprimieron una entidad de capital construyendo edificios de estilo barroco y renacentista. Y, hoy en día, es precisamente esa zona, el centro, donde se suelen encontrar los hostales Madrid más económicos y los bares tradicionales de tapas.

Comer bacalao rebozado en una callejuela cercana a Preciados o un bocata de calamares en los alrededores de la Plaza Mayor son algunas de las tradiciones madrileñas más económicas. Bien es cierto, que en esa zona al ser turística hay que ser cauto puesto que los precios pueden dispararse. Sin embargo, se puede comer bueno y barato si se encuentran los establecimientos en los que con la consumición te regalan una tapa generosa, muy numerosos en la zona.

Siguiendo con la historia de la ciudad los Borbones, de la mano de Calos III, supieron aportarle un cariz más europeo imprimiendo un estilo neoclásico de elegancia francesa. Este ambiente de modernidad fomentó el desarrollo de la cultura, que ya desde el siglo de oro se desarrolló en la capital de la mano de Cervantes, Quevedo o Tirso de Molina.
Estos grandes literatos habitaron en el conocido hoy como Barrio de las letras, que cuenta con una de las zonas de tapas baratas más de moda entre los jóvenes.

Lavapies es quizás uno de las zonas, dentro del Barrio de las Letras, con mayor diversidad gastronómica. En él, convive el más profundo ambiente castizo de cocina de toda la vida y servilletas en el suelo, con restaurantes indios, árabes y africanos, pero es sin duda uno de los más asequibles. Siguiendo por las estrechas calles de la antigua judería se puede llegar a La Latina un barrio de corralas, que cuenta con la Plaza de la Paja y el Teatro de La Latina como punto de encuentro nocturno de los treintañeros. Conocido por su famoso Rastro de los domingos, en la Ribera de curtidores, es la zona oficial del aperitivo dominical y se puede comer raciones económicas si se eligen los más antiguos. Las sardinas, la oreja o el famoso pincho de tortilla son algunos de los más recomendados. Los bares más nuevos o reformados suelen disponer de una carta atractiva pero se nota en el precio.

Dando un paso de gigante en la historia, otro de los alcaldes que impulsó culturalmente Madrid fue Enrique Tierno Galván, ya que se convirtió durante los años ochenta en uno de los apoyos fundamentales de la Movida madrileña. Algunos de los barrios en los que se sigue viendo este ambiente más moderno y transgresor son las zonas de Malasaña, Tribunal y Chueca. Cada una tiene una oferta diferente pero muy joven y a precios asequibles para todos los bolsillos. En sus calles se puede encontrar desde un restaurante con arena de playa hasta bares que siguen las últimas tendencias estéticas pasando por los clásicos para comer paella, croquetas y alitas de pollo gratis con la bebida.

De esa Madrid moderna y joven también hay que destacar las zonas más universitarias como son Moncloa, Guzmán el Bueno o Metropolitano en donde se pueden encontrar importantes descuentos y tapas gratis. Raciones baratas, ambiente joven y discotecas cercanas para continuar después de la cena.

Una nueva tendencia que se puede disfrutar en las zonas más elegantes de la capital son los‘gastrobares’ una novedosa combinación de restaurante gastronómico con el bar de tapas, que están comenzando a fomentar grandes cocineros fusionado la alta cocina y los sabores tradicionales. Eso sí, en este caso, el tapeo sale un poco más caro aunque no son precios desorbitados.

En definitiva, tapear en Madrid mientras se conoce su historia y sus monumentos puede ser muy económico si se saben escoger las zonas y sobre todo los bares, tascas
y restaurantes de comida tradicional.

Por: Andrea Sanz

Sonia, Andrea y Almudena, son viajeras independientes que, antes de trabajar como escritoras para HostelBookers recorrieron varios continentes descubriendo las maravillas de sus ciudades y pueblos. Como buena española, Andrea conoce gran variedad de hostales en España donde alojarse por precios muy económicos.