Conociendo Puente del Inca: turismo en Mendoza para los amantes de la historia
Quienes deseen pasar sus vacaciones en la alta montaña, no tendrán dificultad en encontrar un hotel de Mendoza cerca de la zona de Uspallata, uno de los destinos turísticos más interesante de la República Argentina. La localidad de Uspallata ofrece gran cantidad de parajes sumamente interesantes, pletórico de bellezas naturales, donde puede observarse el testimonio de los pueblos ancestrales que habitaban la región, como los incas y los huerpes.
Uno de los lugares más bellos e increíbles es el Puente del Inca. Es una formación rocosa que se lo llama así porque formaba parte de la Ruta del Inca, es decir, el derrotero que siguieron estos pueblos en su avance hacia el sur del continente americano. Estamos hablando de un puente natural sobre el río Las Cuevas, a más de 27 metros de altura. Su formación se originó en la erosión natural del río sobre la piedra, a más de 2.700 metros de altitud. Esta conexión natural une los cerros Banderita Norte y Banderita Sur, y es la entrada principal al Parque Nacional Aconcagua.
Para los estudiosos de la geología, en la zona pueden observarse estalactitas de extraños colores debido a inflorescencia de calcio, mineral que abunda en el lugar. Sobresalen el naranja, el amarillo y el ocre.
La zona es muy rica en aguas termales. En esta localidad sólo habitan 132 habitantes, aunque puede encontrarse una completa infraestructura turística. Quien quieran visitar este increíble lugar no tendrá problema en encontrar alojamiento, o sitios para acampar. Como restos de un pasado glorioso se puede dar las ruinas del Hotel Puente del Inca, construido en 1925. Este fastuoso hotel tenía un baño termal en cada habitación. En 1905 un alud lo destruyó completamente. Sólo quedó en pie una pequeña capilla.
Según dice la leyenda, el heredero al trono inca estaba sumamente enfermo, hallándose completamente paralizado. Por más esfuerzo que hcieron los médicos de la tribu para aliviar la salud del joven nada podían hacer. Los sabios le dijeron que únicamente podría lograr restablecerse si se bañaba en un manantial que quedaba muy lejos de su hogar. Inmediatamente el inca armó una expedición para hallar este mítico arroyo. Finalmente fueron a dar con el río Las Cuevas. Los guerreros que acompañaban al monarca formaron un puente humano para que el padre pudiera llevar a su hijo hasta el agua sanadora. Una vez que hubo cruzado, se dio vuelta para agradecer a sus hombres, pero vio que se habían convertido en piedra, formando el mentado puente. Cuando el joven se sumergió en estas aguas, milagrosamente recuperó su salud. Recupere usted también su salud pasando sus próximas vacaciones en Mendoza, la tierra del sol y del buen vino.