Celebraciones de boda con cotillón ¿por qué no?
Las celebraciones de bodas no tienen porqué ser como las de toda la vida, clásicas, previsibles. O por lo menos no serlas del todo, durante todo el tiempo. Un típico y tópico encuentro en el que la pareja de recién casados come en su mesa principal, se acerca a la de los invitados, se corta la tarta nupcial, se brinda por los novios o se saca a bailar a la novia en los primeros compases de la orquesta.
Todo medido y cuadrado, o cuadriculado, según se vea ¿Las celebraciones de las bodas son para disfrutar de ese momento especial e inolvidable o para quedar bien?
Si la respuesta es para pasarlo bien, no dudes en acercarte a una empresa de eventos, porque sus profesionales te ayudarán a crear el clima, a organizar la velada o a decorar el lugar del festejo, y mucho más. Tú tienes una idea y ellos te la desarrollan, con imaginación, con medios, más allá de lo que te imaginas. La experiencia, en la organización de celebraciones de bodas es un grado.
Y en la línea de pasarlo bien ¿has pensado en la posibilidad de sugerir un cotillón para tu próximo enlace o para el de algún amigo o amiga? Sí, un cotillón, una fiesta informal con caretas, con disfraces, con matasuegras, como las que se dejan ver en las fiestas navideñas.
Ahora se llevan mucho, rompen la rigidez de la celebración formal,y tiene la particularidad de que se puede trasladar a una estancia aparte para que la disfruten algunos de los invitados más jóvenes y para dejar una huella inolvidable que las fotografías y los vídeos te recordarán siempre.
El cotillón también se puede usar como un recurso para reanimar la celebración nupcial en el momento en el que decaiga la animosidad de los invitados, pero también puede servir para romper la continuidad del evento y marcar tiempos distintos. Piénsalo.
Desde luego, el cotillón en una celebración nupcial no hará otra cosa que destacar la fiesta. Se hablará de ella, no tengas la menor duda. Los técnicos de una empresa de eventos se encargarán de prepararte esas bolsas individuales que contienen las máscaras, las pelucas, el confeti, los matasuegras, las escandalosas trompetas de plástico y las bocinas que hacen las delicias de los mayores cuando juegan como niños.
El contenido de las bolsas de cotillón se puede completar a tu gusto, puedes añadir lo que se te antoje. Hasta disfraces enteros, si lo que quieres es travestir tu fiesta con un toque diferente, hacer más participativa la velada con la posibilidad de esconder los rostros de tu gente detrás de máscaras y vestidos, para que los tímidos dejen de serlo y para que los más atrevidos hagan más dinámica tu celebración.
Recuerda que hay todo tipo de plumas, largas, más largas y mucho más largas de colores llamativos y hasta estridentes, sombreros brillantes, fuera de época, narices de plástico, rojas, para colocar y apayasar con un toque simple la imagen de cualquiera de los invitados más serios, que seguro que nadie reconocerá en las fotos después de la fiesta. Lo que no haga un cotillón, bien organizado, bien calculado, pensando en cada uno de los invitados. Una medida improvisación.
Es importante que tengas en cuenta que lo que contenga el cotillón sea compatible con la celebración festiva. Por ejemplo, no puede tener elementos que se rompan o que manchen. Elige espumas, ten cuidado porque puedes arruinar más de un vestido. Aunque mirándolo mejor, ¿has pensado en la sorpresa que puede suponer dar a todos una pistola de agua llena de tinta falsa? Esa que no deja rastro al cabo de un rato. El susto y la gracia la tienes asegurada.
Recuerda también que siempre es recomendable que los novios tengan un atuendo, un complemento salido o no de las bolsas del cotillón, que les haga parecer algo más elegante que el resto de los invitados o por lo menos que les pueda distinguir por el color del resto. Pero, como en todo, en tu fiestas mandas tú, y tú tienes siempre la última palabra. Tus gustos están por encima de todo.
Celebraciones de boda con cotillón ¿por qué no?
Fuente: Novaigrup, Agencia de Marketing Online