Aprendiendo acerca de las dietas mediterránea y nórdica
La dieta mediterránea es una de las dietas más populares hoy en día. Esta dieta cuenta en realidad con el apoyo de datos científicos, ya que las personas que viven en los países que bordean el mar Mediterráneo tienden a tener menos riesgo de sufrir obesidad, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
¿Qué hace que la dieta mediterránea sea una dieta saludable?
La dieta mediterránea consiste en vegetales, pan, pescado y nueces, que se consumen en grandes cantidades. Los alimentos en esta dieta son lo que hacen a la dieta mediterránea una de las dietas más bajas en grasa. La dieta mediterránea es popular a nivel mundial debido a los múltiples beneficios para la salud que pueden derivar de ella. En particular, la dieta mediterránea es muy popular en el Reino Unido y Escocia, donde se está librando una gran batalla contra la gordura.
Dietas nórdicas para aquellos que no viven en climas cálidos
Estos dos países nórdicos han dedicado mucho tiempo y energía a la investigación para saber cómo la dieta mediterránea puede beneficiar a su gente. Lo interesante es que parece que es una dieta mucho mejor o más adecuada para los que viven en climas más fríos. Los científicos del norte de Europa han descubierto que los alimentos procedentes de países escandinavos pueden ser una buena opción de dieta para las personas que no viven en climas cálidos.
Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Agder en Noruega demostró que los granos nativos del norte de Europa – arándanos rojos, moras y arándanos – tienen ácidos grasos insaturados omega-3 en casi la misma cantidad por unidad de energía que el pescado.
Además, estas bayas tienen un alto contenido de antioxidantes, que ayudan a prevenir accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y cáncer. Y el aceite de oliva tiene un homólogo: el aceite de colza ha demostrado que contiene más ácidos grasos omega-3 que el aceite de oliva, aparte del hecho de que es una buena fuente de vitamina E.
Asimismo, los científicos han descubierto que el repollo, la col rizada, coles de Bruselas, y otros vegetales pertenecientes a la especie Brassica, contienen niveles muy altos de antioxidantes y son una buena fuente de vitamina K, que es esencial para la correcta coagulación de la sangre.
Al igual que la dieta mediterránea, las dietas tradicionales nórdicas incluyen grandes cantidades de pescado, especialmente trucha, salmón, arenque y bacalao. También incluyen carne de caza (por ejemplo, renos y alces) y aves (por ejemplo, el urogallo), carnes que son mucho más livianas que el ganado criado en granja.
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