Nobel de Medicina 2010 para el padre del primer niño probeta
El Premio Nobel en Medicina ha sido adjudicado este año 2010 a Robert Edwards, a sus 85 años de edad, por ser el ‘padre’ de la inseminación artificial, al haber sido el pionero en el desarrollo de esta técnica puesta en marcha a finales de la década de los sesenta.
El investigador polaco no ha realizado declaraciones al recibir la noticia, y es que se encuentra en un momento delicado de salud; sin embargo su esposa sí que ha expresado en su nombre la alegría que le causa este reconocimiento.
Se le considera padre del primer niño probeta debido a sus investigaciones, que se basaron en la extracción de óvulos a una mujer con una enfermedad ginecológica, para más tarde fertilizarlo con esperma de su marido en una probeta. Posteriormente lo transfirió al útero y finalmente la mujer con infertilidad dió a luz milagrosamente al primer niño probeta, que en realidad fue niña, Louise Brown.
Hoy día la técnica usada sigue los mismos pasos, es decir, extracción de óvulos, fecundación con espermatozoides, y depositación en el útero materno. El resultado es que la fecundación in vitro es más efectiva que la inseminación de donante.
Pese a que este mecanismo se puede considerar un milagro para los padres con problemas de fertilidad, no está exento de polémica, causando rechazo sobre todo por las personalidades religiosas, que consideran de amoral este método.
Amoral o no, lo cierto es que a día de hoy se calucla que han venido al mundo por este método aproximadamente cuatro millones de niños y niñas repartidos por todo el mundo, debido a que aproximadamente el 10 por ciento de las parejas de todos los países sufren problemas de fertilidad.