Cómo combatir el miedo a volar en avión
A todos nos pasa que, en el momento de emprender un viaje en avión, ya sea en un trayecto corto como los vuelos a Madrid o en un viaje más largo como los típicos vuelos baratos a Londres, nos encontramos con ciertas reticencias personales en forma de claustrofobia aérea a la hora de montarnos en el aparato para volar.
Así, hay personas que, debido principalmente a que el cielo no constituye nuestro hábitat natural, experimentan distintos niveles y tipos de fobias al subir a una aeronave, sintiendo pavor en algunos casos incluso antes de adquirir sus billetes baratos.
La realidad es que el miedo a volar, en la mayoría de los casos y a menos que estemos hablando de problemas de raíz complejos, es superable. En este sentido, entre las razones más comunes que esgrimen los viajeros para justificar sus fobias durante un vuelo se encuentran:
El recuerdo de otros accidentes o catástrofes aéreas retransmitidas en los distintos medios de comunicación; la sensación de vulnerabilidad que se puede experimentar al volar sobre las nubes; las fobias derivadas de la preocupación por cualquier ruido o alteraciones como turbulencias o maniobras durante el vuelo, aterrizaje o despegue, y la posibilidad de que se pueda dar un fallo humano que desencadene consecuencias desastrosas.
Para combatir todos estos miedos, el viajero debe practicar unos simples consejos que se resumen en su mayoría en pensar con certeza que los pilotos son profesionales perfectamente preparados para su cometido y que los aviones están igualmente preparados para volar en las condiciones más seguras posibles.
Además, siempre resulta interesante compartir con otros viajeros el miedo a volar charlando, realizar ejercicios de respiración y relajación, combinándolos con rutinas agradables durante el vuelo, y tener claro que existen numerosos recursos de seguridad en casos extremos, que mitigarán cualquier peligro.