Diferencias entre perfumes y colonias

A pesar de que las personas se refieren a los perfumes y las colonias de manera indistinta, existen profundas diferencias entre uno y otro producto, lo que se hace evidente, entre otras cosas, en el precio que algunos perfumes pueden alcanzar. Ambas son sustancias cuya misión es aplicar fragancia tanto sobre la piel, como en la ropa y otros objetos personales. Sin embargo, aquí es donde las similitudes se acaban.

Para empezar, las colonias son fragancias frescas, recomendadas para el uso diario, que pueden aplicarse varias veces por día, especialmente después del baño, y a medida que su persistencia se desvanece. Justamente, la razón de la poca durabilidad de las colonias es la composición de las mismas. Analizando cómo se elabora una fragancia, podemos decir que la misma es una solución, en el sentido químico del término, es decir, una suspensión de sustancias sólidas y geles (solutos) en un solvente. El solvente, como en el caso de los perfumes, suele ser una mezcla de agua y alcohol etílico, siendo en las colonias mucho mayor la proporción de la cantidad de agua sobre la de alcohol, en la mezcla final. Además, no solo varía la composición de la solución, sino que las sustancias sólidas o semisólidas están presentes en mucha menor proporción que en un perfume.

Por todas estas razones, el propósito de la colonia es ser empleado de forma diaria, sin temer que la fragancia se impregne de manera intrusiva tanto en la piel como en la ropa. En ocasiones el perfume puede tener el efecto opuesto al buscado, cuando se trata de fragancias de notas de tenores muy particulares, como el almizcle o ciertas tonalidades florales. Si se abusa de ciertos perfumes de notas muy acentuadas, el olor precederá a la persona, y no siempre podremos asegurar que al resto de la gente les guste o les caiga en gracia. Imagine asistir a una reunión de crucial importancia, como una entrevista de trabajo, y haber elegido mal el perfume, o simplemente haber abusado de él. La impronta negativa en el entrevistador podría ser fatal para nuestras chances de causar una buena impresión.

Por otro lado, la colonia, presenta mucha menor perduración tanto en la piel como en la ropa, por lo que una elección poco afortunada de la colonia es un error que se corrige con el simple paso del tiempo, siendo un par de horas suficiente como para que la fragancia se evapore sin dejar grandes rastros. Además, las esencias que se emplean en la elaboración de las colonias son distintas a las que se usan para hacer perfumes, dado que el solvente es diferente. El perfume, al tener mayor concentración de alcohol, permite incluir más esencias solubles en alcohol –las más fuertes y perdurables. Las esencias solubles en agua –propicias para colonias- suelen ser menos intrusivas en la nariz de quien no lo está usando.

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