Lo que nunca te han dicho sobre enamorar a tu chica

Se ha escrito mucho sobre seducción, alguien incluso ha llegado a decodificar a la mujer con la finalidad de poder seducirla. Pero en el fondo, mirando de lejos la situación se ve claramente el arte de seducir no es ni más ni menos que una batalla mental entre dos seres humanos. Y como toda batalla, el objetivo es conquistar.

Partiendo de la base de que todos estamos hechos de la misma materia, todos tenemos un cuerpo y una mente, y por lo tanto, todos tenemos un ego. Esto no es más que la autoimagen que tenemos de nosotros mismos, pero que su mecanismo puede llegar a ser muy perjudicial para su host, o persona que lo lleva consigo. En algunos casos la gente incluso mata por alimentar a su ego con dinero o poder.

Pero puede haber materias más sutiles en las que sin duda el ego juega también un papel muy importante. Por ejemplo, en las relaciones.

Nuestro ego siempre quiere aquello que le gusta. Y como hemos visto anteriormente, es capaz de llevarnos hasta el extremo más dramático para conseguirlo. Por lo tanto, hablando de seducir lo primero que necesitamos es de algún modo gustar a la otra parte para poder empezar la «partida». Si no se cumple este mínimo requisito no hace falta ni hablar de batalla.

Una vez la batalla está empezada, según los mecanismos del ego, la batalla se pierde rápidamente en el momento el otro ego consigue lo que quiere, que es ni más ni menos que poder. Un poder ilusorio pero poder al fin y al cabo. Este poder se manifiesta haciéndonos sentir mejores que la otra persona al haberla conseguido, o con una sensación de satisfacción, de alta autoestima al ver que alguien que nos gusta se siente también atraído/a por nosotros.

Esto explica el por qué aquellos chicos que se delatan rápidamente ante una chica no tienen nada que hacer con ella. Si dan todo muy rápido, lo pierden con la misma velocidad pues el ego de ellas ya tiene su alimento, ya está satisfecho y ahora lo que necesita es conseguir otra presa. Su ego quiere más. Es un mecanismo muy sutil, ellas no se dan cuenta pero inconscientemente eso es lo que buscan.

Mi consejo desde aquí es, si quieres conquistar a una chica a la que sabes que le gustas, pónselo difícil. Y nunca llegues a darle el 100% de tu atención. Parece contradictorio, pero es así como funciona.