Algunos datos sobre las colonias de mujer

El origen de las colonias de mujer es apasionante. Como no podía ser de otra manera, la primera colonia fue desarrollada justamente, en la ciudad de Colonia, en Alemania a principios del siglo XVIII. El Agua de Colonia Original (Original Eau de Cologne) es la denominación de marca de este primer producto que revolucionaría el mundo de la cosmética y los accesorios para mujeres. Se trata, según lo define su creador Juan María Farina, de un agua perfumada. Desde un punto de vista químico, es una solución donde el etanol es el solvente, y éste contiene de un cuatro a un 8% de aceites esenciales.

La novedad que esta nueva colonia ofrecía era que se trataba de una fragancia mucho más fresca, con un bouquet predominantemente floral y cítrico. Esto se contraponía con los pesados perfumes franceses, mucho más invasivos y persistentes. Las primeras notas empleadas en la creación de esta colonia original eran de limón, cedro, pomelo, bergamota, mandarina, lima y una mezcla de hierbas que hasta el día de hoy permanece secreta. De hecho, esta receta fue patentada como el agua de colonia original.

Farina era un verdadero experto en destilación, y en la extracción de los aceites esenciales de frutos y flores. Su familia era de estirpe perfumista, por lo que la elaboración de perfumes y colonias no era secreto para él. El mayor mérito de Farina fue comprender la necesidad de crear un producto que pudiera ser empleado diariamente, y varias veces por día si era necesario. Esto llevó el uso de perfumes a una dimensión diaria: ya no era necesario ser de la nobleza o de la realeza, o tener un evento o una fiesta para usar un perfume, sino que todos tendrían a su disposición un producto que podrían usar regularmente.

Pero, el verdadero salto a la industrialización del agua de colonia se dio en el siglo XIX, más precisamente en 1803 cuando la empresa 4711 compró a un descendiente de Farina la licencia para la elaboración del agua de colonia. Por cuestiones legales los propietarios de la empresa no podían usar el nombre Farina en la creación de su producto, por lo que optaron el curioso nombre de 4711, que respondía al número de la antigua casa familiar. La empresa tuvo un próspero desarrollo, hasta que en la década del 90 fue comprado por el grupo Wella, y más tarde absorbido por Procter & Gamble. Debido a que este consorcio multinacional no encontraba cabida para el desarrollo de perfumes y colonias en su plan de crecimiento, la marca fue vendida al grupo Dallí, quienes están elaborando, desde el 23 mayo de 2007, una de las colonias de mujer más emblemáticas de la historia: 4711.

Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Este sitio usa MATA-HOYGAN para eliminar el Lenguaje HOYGAN y Censurar el Lenguaje Obsceno.

Este formulario recopila su nombre y correo electrónico para que podamos comunicarnos con usted. Consulte nuestra política de privacidad para más información. Doy mi consentimiento para que esta web recopile mi nombre y mi correo electrónico. *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.